El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos condena a Francia por la expulsión de un campamento de personas de etnia gitana cuando Manuel Valls era ministro de Interior (2012-2014) del primer gobierno socialista de François Hollande.

El Tribunal alega que existió violación del derecho al respeto de la vida privada y familiar y del hogar y también del derecho judicial de tutela efectiva.

La condena viene a raíz del desalojo, de manera forzada, de un campamento no autorizado de personas de etnia gitana que hacía seis meses que se habían instalado en aquel espacio.

A pesar de tener el derecho de desahuciarlos, ya que ocupaban ilegítimamente un territorio municipal, según indica la resolución, la medida no se basó en ninguna decisión judicial, sino en un aviso formal.

El tribunal declara que el modo en que se desahució este colectivo no tuvo en cuenta la proporcionalidad necesaria y que se vulneró su derecho al respeto de su vida privada y familiar.