Mientras el juicio contra los responsables del 1-O desgrana el rosario de declaraciones, fuera de las cuatro paredes donde se enclaustra el tribunal empiezan a chirriar los resortes de la campaña electoral del 28-M, que se pondrá en marcha a las cero horas del viernes. Algunos de los engranajes resuenan directamente dentro de la sala del plenos del Supremo.

Antes de empezar la vista de este lunes, el tribunal se ha tenido que sacudir del encima el debate electoral que ha reclamado celebrar Jordi Sànchez, cabeza de lista de JxCat, dentro de la prisión. El Supremo ha dictado una providencia explicando que no es competente para autorizar un debate en Soto del Real y ha chutado a la Junta Electoral la pelota que previamente el órgano responsable de arbitrar en la campaña le había endosado.

Con las declaraciones de la mañana ya en marcha se ha sabido que la fiscalía se opone a la libertad de los cinco encausados encarcelados que concurren a los comicios del 28-M y que habían reclamado el levantamiento de las medidas cautelares para poder participar en la campaña.

Mientras las noticias iban restallando tras las puertas del tribunal, dentro de la sala un mando de Información de la Policía Nacional explicaba que en cada colegio electoral habían tropezado con respuestas diferentes de los ciudadanos, incluidas "resistencias de carácter subversivo". "Hubo ciudadanos más vanguardistas", ha apuntado, en una afirmación sin más concreción que ha quedado sobrevolando la sala.

El que sí ha dejado claro, después de la insistencia de Xavier Melero, abogado de Joaquim Forn, es que en las instrucciones que el día antes se les transmitió "en ningún momento" se les habló de coordinación con los Mossos d'Esquadra. Y que a las 8 de la mañana fueron consciente que los dispositivo de seguridad se había "roto".

Entre el público la premio Nobel de Pau Jody Williams segueia las declaraciones. Esta profesora de Vermont, que se hizo merecedora del Nobel, por|para su lucha por|para la prohibición de las minas antipersonales, no ha podido declarar delante en el Supremo porque el tribunal desestimó a su testigo|testimonio. No obstante, delante de las puertas del tribunal ha alertado de que se están criminalizando manifestaciones "pacíficas" y el derecho a la libertad de expresión.

Williams ha podido asistir al desfile de ocho guardias civiles que habían quedado pendientes de la semana pasada. Todos ellos han explicado, a preguntas de la Fiscalía, las lesiones que sufrieron en su intervención durante el 1-O, incluido la del Guardia Civil W79506I que, para sorpresa del fiscal Jaime Moreno ha explicado que había sido lesionado por un compañero de manera fortuita.

El entusiasmo de la fiscalía con el testimonio de los Guardias Civiles ha sido tal que el presidente de la sala, Manuel Marchena, ha tenido que parar los pies a Javier Zaragoza para reclamarle que parara de sugerir las respuestas a los testigos. "No es necesario", ha advertido.

La bronca de la mañana, sin embargo, la ha recibido el diputado de JxCat Eduard Pujol, que después de que la secretaria judicial de la sala le ha llamado la atención por utilizar el móvil, ha sido el propio Marchena al retomarse la sesión quien ha advertido que el público no puede utilizar el móvil, y que en caso de hacerlo puede ser expulsado de la sala.