El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia en la cual aprecia desviación de poder en la propuesta del fiscal general del Estado para promover a fiscal de Sala a la exministra de Justicia y exfiscal general del Estado, Dolores Delgado y ha ordenado que se lleve a cabo una nueva propuesta. El tribunal ha atendido, en parte, el recurso del otro candidato y que fue teniente fiscal del Tribunal de Cuentas, Luis Rueda.

Concretamente, el "desvío de poder" consiste en "el ejercicio de potestades administrativas para fines diferentes de los fijados por el ordenamiento jurídico". Y es que el actual fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, es el sucesor de Dolores Delgado. La sentencia del Supremo considera acreditado que la finalidad que buscaba García Ortiz era la promoción de Delgado a la máxima categoría de la Carrera Fiscal, tratando de llenar lo que, en opinión del proponente, es una falta de la legislación en vigor. Según el Supremo, eso se aparta de la finalidad propia de la potestad de resolver convocatorias para plazas del Ministerio Fiscal, cuyas vacantes tienen que proveerse fundamentalmente conforme al criterio del mérito.

"Conseguir este objetivo era, en sus propias palabras, una prioridad. Además, no hay que subestimar toda la secuencia: iniciativa de convocatoria de la plaza por la misma codemandada cuando todavía era fiscal general del Estado, dimisión poco después de este cargo por razones de salud, convocatoria de la plaza y presentación de solicitud para la señora Delgado, propuesta a favor de ella por quien fue su estrecho colaborador y en este momento ya su sucesor; y todo esto, por si no fuera bastante, de manera rápida y prácticamente sin solución de continuidad," indica el TS.

Esta polémica fecha de septiembre del 2022, cuando el nombre de Dolores Delgado apareció en el listado de candidatos a ocupar el lugar de fiscal de la Sala de lo Militar. La mayoría del Consejo Fiscal se opuso a su nombramiento, pero el fiscal general, Álvaro García Ortiz, que durante la etapa de Delgado había ejercido como su número 2, ignoró el criterio del Consejo Fiscal y siguió con su ascenso.

El voto del Consejo Fiscal no era vinculante y desde el entorno de Delgado se escudaron en que otros fiscales generales también habían sido ascendidos a la máxima categoría en el primer concurso disponible, pero el mencionado candidato, Luis Rueda, lo llevó al Tribunal Supremo. Según argumentaba en su recurso, él contaba con un mayor bagaje en materia jurídico militar.