La consellera Meritxell Serret (Vallfogona de Balaguer, 1975) nos cita en un café del centro de Bruselas. Hace un mes que vive en la capital belga. Admite que tenía claro —como el resto de miembros del Govern— que no quería ir a la prisión, pero que marcharse no fue una decisión fácil. Una vez en Bruselas, y después de las dificultades de las primeras semanas, la consellera defiende la necesidad y las razones de articular una estructura del Govern en el exilio en Bruselas.

¿Cómo decidieron marcharse a Bruselas?
No se puede decir que tuviéramos una planificación perfecta de cómo iríamos ni mucho menos. Lo que sí acordamos como Govern fue probar la oportunidad que parecía que se abría aquí en Bélgica. La idea era que pudiéramos venir todo el Govern. Después pesaron las circunstancias personales de cada uno, la incertidumbre, el hecho de venir aquí tampoco era una certeza absoluta de que no nos acabarían extraditando...

Consejera|Consellera Meritxell Serret en Brusel·les - Sergi Alcazar

Todos teníamos muy claro que no queremos ir a la prisión

¿Cuáles son las circunstancias personales que pesan cuando se tiene que tomar una decisión como esta?
En el fondo todos teníamos muy claro que no queríamos ir a la prisión. Ni los que hoy en día están en la prisión ni nosotros, pero teníamos asumido el riesgo, sobre todo después de ver lo que pasó el 1-O y con el 20 de septiembre. Cuando tomas estas decisiones hay circunstancias personales que pesan, quien tiene hijos, la familia, la distancia... Tuvimos que decidir sin poder consultar demasiado con los familiares. En mi caso, mis padres no lo sabían, los hermanos tampoco... Es complejo, muy complejo. Es un instinto, de supervivencia y de responsabilidad también. En el fondo sabíamos que el hecho de estar unos aquí y unos fuera también nos abría posibilidades. Nunca estás totalmente convencido de la decisión. En pocas horas tienes que decidir y dices: adelante. Intento no darle demasiadas vueltas más.

Mis padres no sabían que me iba a Bruselas, mis hermanos tampoco

¿Qué vida tienen aquí, trabajan conjuntamente?
Eso sí lo hemos tenido muy claro desde primer momento, somos cinco y estos cinco vamos a una. No es una dinámica que tengamos desde el primer día, ni mucho menos. Sobre todo las primeras semanas hay un impacto psicológico importante, nos tenemos que asentar, tenemos que encontrar temas tan básicos como es el alojamiento, empezar a estructurar todo este entorno que te acompaña.

¿Qué ha sido lo más difícil?
Todo es difícil, sobre todo los momentos de vértigo cuando piensas en las decisiones que has tomado y las posibles consecuencias, y las amenazas de que, si al final te extraditan, la justicia allí será mucho más dura por el hecho de que consideran que has huido o si, por otra parte, no te extraditan, mientras perdure la situación, tendrás que estar aquí y no podrás volver. El vértigo que has tomado una decisión que altera el futuro de tu vida. No sabes por cuánto tiempo, seis meses, o seis años. O veinte años. Nadie te lo asegura. Pero estamos aquí, tenemos salud, hay mucho gente que nos está ayudando. Estamos aquí por una causa justa, porque no se puede permitir que gane el marco mental que se está instalando, este castigo y esta criminalización que se está haciendo del movimiento independentista, del Govern, es antidemocrático.

Tenemos que empezar a organizarnos, estructurarnos y construir el entorno para adaptarnos a este marco incierto

Consejera|Consellera Meritxell Serret en Brusel·les - Sergi Alcazar

La sensación de provisionalidad debe ser uno de los aspectos más duros...
Sí provisionalidad absoluta. Tenías unas bases y ahora ya no están. Tenías certezas, ya no hay certezas. Pero tenemos que tener la capacidad de adaptación, y para hacer esta adaptación, tenemos que empezar a organizarnos, estructurarnos y construir este entorno para adaptarnos a este marco incierto y al mismo tiempo ser capaces de reforzarnos y aprovechar la oportunidad que hay, porque existe, hacer valer nuestro proyecto político y ser capaces de presentar una propuesta de futuro para el país, porque es lo que hace falta y lo que teníamos en mente hacer.

Tenemos que organizar una estructura de Govern en Bruselas. Tendremos plan de trabajo y actividad

¿Harán una estructura aquí en Bruselas?
Necesariamente, nos tenemos que organizar y tener una mínima estructura. Los miembros del Govern, de por sí, ya somos una estructura, y a partir de aquí tenemos que tener un mínimo apoyo técnico para poder vehicular nuestra actividad. Tendremos nuestro plan de trabajo y nuestra actividad aquí. Tenemos que ser capaces de ir construyéndolo. Evidentemente no me imagino organizar aquí una estructura como un departamento allí. No es el objetivo ni tiene sentido. Ya tenemos una Generalitat y lo que tenemos que hacer es preservar y recuperar las instituciones que tenemos allí.

Marta Rovira habló de la posibilidad de que hubiera un gobierno ejecutivo y un gobierno legítimo...
Forma parte de estas incertezas, de cómo dibujaremos estos escenarios a partir del 21-D. Mientras se mantenga el 155, la injusticia de los encarcelamientos, mientras el Estado haga alguna cosa que en condiciones democráticas normales no lo podría hacer, hará falta mantener este gobierno en el exilio, o este gobierno legítimo. Lo que tengo claro es que, a pesar de que me pese muchísimo, difícilmente podré ejercer de consellera de Agricultura estando aquí. Otra cosa es que no pueda ejercer con acciones de gobierno. Eso es lo que veremos como lo acabamos de construir a partir del 21-D.

Se intentó una lista transversal, todos juntos, era la manera de no perder apoyos

Mucha gente no entiende porque al final ha habido varias listas independentistas...
Entiendo que todo el mundo quiere explicaciones, y a veces se pueden explicar claramente y a veces no tan claramente. En estas elecciones lo que nos interesa es llegar al máximo de votos y de ciudadanos. No sé si hay una mejor manera. Se intentó una lista absolutamente transversal que permitiera esta potencialidad del hecho de decir todos juntos los que vayamos contra el 155 y que abarcara realmente todo el espectro político, era la manera que seguro que no se perdían apoyos porque teníamos capacidad de atracción en todo el espectro político. Eso no fue posible. Me consta que desde Catalunya se intentó. Por falta de tiempo, por problemas técnicos, por cuestiones políticas... no sé los detalles exactos y pienso que ahora ya estamos donde estamos y lo que tenemos que hacer es salir adelante.

¿Tiene previsto asumir el acta de diputada?
Esta es una de aquellas incertidumbres. En función de los resultados y las reacciones y siempre con asesoramiento jurídico, veremos si somos capaces o no.

¿Usted quiere tomar posesión del acta?
Sí, evidentemente. Si no, no nos meteríamos en listas electorales, la voluntad es poder seguir ejerciendo lo que es normal, que es defender un proyecto político por una vía democrática.

Consellera, se ve mucho tiempo en Bruselas. Ha dejado claro que no contempla la alternativa de la prisión...
No. No lo quiero.

¿En caso que no haya otra salida, seguirá aquí, en Bruselas?
Sí, porque mientras no se arregle, querrá decir que no hay una normalidad democrática en Catalunya.

¿Y los abogados qué les han dicho?
Los abogados nos dicen que evidentemente no es síntoma de normalidad democrática lo que está pasando. El día 4 tenemos vista ante el juez. En función de como salga esta vista, tenemos opción para recurrir y seguiremos haciendo el trayecto. Nos dicen que no encaja con la normalidad democrática, lo que estipula tanto el mandato de arresto incondicional como la propia querella y los delitos que nos imputan, sabemos que no hay hechos que lo avalen y, por lo tanto, nos hacen ser hasta cierto punto optimistas que esta vía tiene posibilitados de éxito y no lo abandonaremos hasta que se restablezca la normalidad.

Consejera|Consellera Meritxell Serret en Brusel·les - Sergi Alcazar

¿Tiene constancia de cómo está funcionando su conselleria?
Me consta, porque me van explicando un poco cómo va. Estamos en las mismas, hay decisiones que se podrían estar tomando que no se toman, porque con la intervención no siguen los ritmos. Teníamos toda una serie de proyectos, todo eso ha quedado parado. La sensación de pérdida de oportunidad sí que existe.

Ahora es cuando más tenemos que reivindicar la vía democrática y la negociación y el pacto. Es como más los ponemos contra las cuerdas

Uno de los debates presentes en esta precampaña es si se deja de lado la vía unilateralidad y se apuesta por bilateralidad.
Si alguna cosa sabíamos a partir del 1-O es que al final tenía que haber una negociación, ni que se adelantara por la vía unilateral siempre había al final una negociación, y que no renunciábamos nunca a asumir derechos y deberes a la hora de ver cómo se articula con el Estado la relación y cómo se hacía este divorcio. Lo que hemos aprendido desde el 1-O y el 20 de septiembre es que el Estado altera las reglas, la vía democrática salta por los aires. Por lo tanto entiendo que ahora es cuando más tenemos que reivindicar la vía democrática y esta negociación y este pacto. Es como más los ponemos contra las cuerdas.

¿También ha provocado polémica la denuncia de Marta Rovira sobre la amenaza de violencia, le constaba?
A mí directamente, no. Estas conversaciones iban por vía president, vicepresident, y otros entornos. Lo que sí nos llegaban era a través del Govern. Como Govern se nos recordaba y teníamos que asumir que había esta amenaza. La vía de la violencia sólo la puede ejercer quien tiene el control militar y quien está dispuesto a saltarse la vía democrática porque puede articular un marco de impunidad como están haciendo ahora.

¿Y se hablaba del ejército?
Sí.

Mantiene contacto con los miembros del Govern que están en la prisión.
No, directamente, no hemos podido. A través de otras personas y de intermediarios. Es triste y hace pesar.

No puedes animarte a construir proyectos de ámbito individual o colectivo con un trasfondo de violencia

¿Cuando asumió la responsabilidad de la conselleria pensó que sería como ha sido?
No. Sabíamos que no sería sencillo, que había riesgos, pero siempre en este marco democrático. El giro lo da a partir del 20 de septiembre y el vuelco se acaba de hacer el 1-O. De golpe, te hace dar cuenta que aquello que te habían explicado, de antes de que yo naciera, en 1975, de sopetón reaparecía. Te han educado en una sociedad con unos valores, con una manera de entender, te explican el pasado como una cosa que ya no vuelve que se ha muerto y se te plantifica delante de esta manera tan cruda y tan fría... ¿No lo habíamos previsto todo? No. No me esperaba la violencia gratuita contra la gente. No. Sabía que intimidarían. Pero no entraba este escenario. Y ahora lo que no se puede hacer es darlo por normal. No puedes animarte a construir proyectos de ámbito individual o colectivo con este trasfondo.

Consellera Meritxell Serret a Brusel·les - Sergi Alcazar

Hay mucha gente, cargos y funcionarios que lo que intentan es que no se acabe de desmontar el autogobierno

Mucha gente en Catalunya se pregunta. Y eso qué solución tiene, medio gobierno en el exilio, medio en la prisión, la institución absolutamente desmontada, intervenida...
Yo no diría absolutamente desmontada, porque hay mucha gente, cargos y funcionarios que intentan que no se acabe de desmontar. Porque en el fondo tras esta actuación del Estado español y el gobierno español y de estos que dan apoyo al 155, aparte de ir contra el independentismo, está la intención de desmantelar el Estado de las autonomías. La reivindicación del 78 era libertad, amnistía y Estatuto de Autonomía. La libertad ya la estamos reivindicando, la amnistía ya no se llamaría amnistía, se llamaría indulto, quizás o de otra manera, y si fuera por ellos de aquí cuatro días estaríamos reivindicando también el Estatuto de Autonomía, porque nos lo tumbaron en el 2006 y ahora nos quieren sacar las competencias que todavía quedan. Esta involución democrática tan bestia se hace absolutamente evidente ahora más que nunca.