Sergio Delgado es el subdirector general de Programas en Protección Civil. Es el encargado de coordinar la elaboración e implantación de los planes de emergencia de protección civil, competencia de la Generalitat de Catalunya. Ahora está centrado en la gestión de la Covid-19.
Delgado habla claro. Tiene un discurso concreto y contundente. Crítico, incluso, con las autoridades y con las prisas de la primera desescalada. Al técnico de Protección Civil le toca dar malas noticias cuando se tienen que explicar las medidas que van recortando la vida tal como la que conocíamos antes del coronavirus, pero es muy claro al explicar porque esta no será una Navidad normal, sino que será una Navidad austera a nivel social, aunque entiende que se debe poder celebrar.
Con Sergio Delgado, uno de los técnicos más experimentados del PROCICAT, hacemos balance de la situación y miramos hacia el futuro. Desde las fiestas de Navidad hasta las elecciones del 14 de febrero.
Foto: Sergi Alcàzar
¿Cuál es la situación ahora, después de la aplicación de las medidas del toque de queda y el cierre perimetral de los fines de semana?
La palabra es preocupación. Vemos un momento que si antes era crítico, porque estábamos en subida, ahora todavía más porque no hemos acabado de bajar y todo el debate se está focalizando en intentar conseguir que la Navidad sea la más parecida posible a una Navidad ordinaria con una gran interacción social. Para nosotros el escenario en un mes vista es preocupante porque aquí si que nos lo jugamos todo. Es definitivo. Hay dos alertas de la OMS y del Centro Europeo de Enfermedades y Pandemias que alerta de que no se avancen las medidas, porque es el inicio de la tercera ola y en algunos casos sin salir de la segunda. Especialmente viendo el registro histórico. Nosotros pensamos que debemos aprender de las lecciones en relación a como fue la salida de la primera ola, como se saltaron algunas etapas a finales de junio en algunas partes del territorio y como las pandemias se han comportado históricamente a nivel mundial. Las pandemias han tenido dos y tres olas, y a veces la tercera ola ha sido la peor. De momento la segunda ola a nivel de la Unión Europea ya lleva más muertos que la primera. Entendemos que ahora entran en juego elementos mucho más sociales como el agotamiento, el estado emocional y económico sobre todo, pero la pandemia continúa. Por lo tanto, vemos que es un momento muy crítico por como llegan en el 2021.
La situación no es compatible con las cabalgatas
De cara las fiestas de Navidad hay tres grandes interrogantes. Nochebuena y fin de año, los encuentros de 6 o de 10 personas y las cabalgatas de Reyes. La opinión del Gobierno es diferente de la de la Generalitat.
Todo lo que sea acelerar es un elemento de riesgo. Y por lo tanto, se tiene que ser muy cuidadoso. La OMS nos insta a no relajar las medidas porque es avanzar la tercera ola. Nos añadimos a este criterio, pero también que puede haber una cierta flexibilización en días clave y pedimos tomar conciencia que no será la Navidad ordinaria. Sobre las cabalgatas, si la línea roja son las aglomeraciones, la cabalgata es un ejemplo. Por lo tanto la única forma es tener un perímetro delimitado, donde la gente pueda acceder de forma controlada, con un registro previo, en una actividad que no es la cabalgata. Nosotros entendemos que la situación no es compatible con las cabalgatas. La cabalgata en el formato clásico no es viable desde el punto de vista de seguridad. Las cenas deben adaptarse, la cabalgata debe adaptarse, la entrega de la carta a los Reyes debe adaptarse. El paje no podrá coger al niño y preguntarle qué quiere, o Papá Noel darle un beso al niño y hacer la foto. Eso no se podrá hacer. ¿Ahora bien, podrás llevar la carta? ¡Por supuesto! Vendrá el paje real, llevarás la carta, habrá un buzón, la dejarás, no tendrá contacto, le podrás decir lo que has pedido y que te has portado bien y te lo llevarán. Este elemento debemos poder superarlo.
Si tú haces las comidas en un espacio cerrado y sin mascarilla, tienes todos los números para el contagio.
Nuestra preocupación es hacer las reuniones con seguridad. Hay que poner el énfasis con el tema de ventilación de los espacios cerrados. Los espacios cerrados tienen que estar ventilados sobre todo si sueño espacios cerrados. Si tú haces las comidas en un espacio cerrado y sin mascarilla, tienes todos los números para el contagio.
¿Reuniones familiares de 6 o 10 personas?
Estamos trabajando con Salut y se hará una propuesta. Pero en todo caso que las condiciones a nivel técnico que proponemos es que no se cambie de tramo, que aquello que se cambie sea muy excepcional para los días clave, pero que sea un cambio mínimo. En el tramo 3 ya se preveían reuniones de 10 personas. Digamos que es un número muy generoso por una situación de pandemia. 10 personas de 2 domicilios diferentes prevé el plan. Creemos que es una medida que permite una cierta interacción y actividad social mínima, aunque no es lo que nos gustaría.
A nivel sanitario los datos sueño más positivos...
Los positivos y los contagios van bajando. Esta mejora de los datos de contagio es un mérito totalmente de los ciudadanos y las ciudadanas, de la sociedad, que es la que realmente consigue hacer este descenso. Hay una parte sanitaria de controles que es una estrategia que se puede debatir y donde yo no entraré en cuál es la mejor estrategia, pero es obvio que a quien consigue bajar con la ampliación de las medidas es la gente. Es un éxito de la gente.
Foto: Sergi Alcàzar
¿Se está depositando demasiada responsabilidad en la ciudadanía?
Toda la estrategia no puede ser decirle a la gente "no salgas de casa". Y más cuando tiene un impacto económico y emocional de 9 meses. De hecho, tiene mucha relevancia que 9 meses después la ciudadanía siga tomando las medidas. Pero los países que han conseguido que la segunda ola no sea muy elevada, una parte indispensable de la estrategia ha sido la autodisciplina en el cumplimiento de las medidas y reducir las interacciones sociales. Y desde Protección Civil, por la parte que nos toca, no nos hagamos responsables de la estrategia sanitaria, abordamos el discurso desde el punto de vista del ciudadano y desde la aplicación de las medidas y consideramos que es imprescindible y que se está cumpliendo. Si por Navidad se permiten encuentros sin límite los resultado es evidente. El virus se contagia por aquí.
El nivel de teletrabajo que se alcanzó antes del verano no es el que tenemos ahora. Y si antes del verano era viable, ahora también lo es.
Pero consideramos que hay margen de mejora con respecto al teletrabajo. El nivel que se alcanzó antes del verano no es el que tenemos ahora. Y si antes del verano era viable, ahora también lo es. Quien produce las situaciones de aglomeraciones en el transporte público por la mañana no son los trabajadores, es la necesidad de estas personas que tienen la obligación de desplazarse para ir a su centro de trabajo. Y eso es debido a las organizaciones empresariales, no al ciudadano. Y aquí también ponemos el foco. Si el ciudadano tiene que coger el metro por la mañana es porque lo hacen ir a trabajar. Y aquí también pedimos que el teletrabajo se cumpla siempre que sea viable.
Has comentado que en junio se fue demasiado rápido en la reanudación. Eso entonar el mea culpa de la administración...
Desde Protección Civil previmos un periodo de 15 días para salir de la última fase. Entendemos que es, de alguna manera, injusta la situación en que nos encontramos entre la situación económica y la situación de la emergencia de la pandemia. Contraponer eso es injusto para todo el mundo. Nosotros que trabajamos mucho en el ámbito de prevención sabemos que la mejor inversión económica es la mejor prevención, aunque sabemos que es poco materializable. Hoy ganaremos menos para después ganar más porque tenemos que garantizar que en el 2021 no haya un nuevo confinamiento. Sin embargo, claro, la prevención tiene un gasto siempre. Pero es una inversión de futuro en estas semanas que tenemos pordelante, no sólo económica sino, también, socialmente. Cuesta porque socialmente hay agotamiento.
Poner el foco en el debate la vacuna es crear una expectativa a todo el mundo que ya estamos acabando y no es cierto.
Y porque hay anuncios que no ayudan. Poner el foco en el debate de la vacuna se crea una expectativa a todo el mundo que ya estamos acabando y no es cierto. Porque la vacuna tiene sus tempos. Cuando haces una lectura detallada ves que se empezará en el 2021, no acabaremos de vacunar. El 2021 será un año de situación de pandemia. Más favorable si hay vacuna, si conseguir bajar bien los contagios, pero hay pandemia. El 2021 tampoco será normal.
Sergio Delgado en el CECOT dentro del Departamento de Interior / Foto: Sergi Alcàzar
Dices que la prevención tiene un gasto. ¿Pero el gasto no lo tendría que asumir en buena parte la administración? Hablas de inversión de futuro, pero quizás algunos no llegarán a este futuro...
Nosotros no somos los que gestionamos estas ayudas pero entendemos que estos comercios y estas actividades económicas están afectados y en este nivel de responsabilidad sueño los poderes públicos los que tienen que dar las ayudas a los sectores. Lo que no queremos es que se mezcle el no poder tener inversiones con que eso comporte llevar a los ciudadanos en situaciones de riesgo que en una situación normal no asumirían. Por ejemplo, con respecto al ocio nocturno, no es forzar la apertura, tiene que ser otra. Pero como tampoco gestionamos estas ayudas yo no quiero entrar a valorar si está haciendo lo suficiente o no porque no tengo elementos de juicio ni es mi responsabilidad.
No creo que el ciudadano merezca ser reñido.
¿Se tiene lo bastante en cuenta el estado anímico y mental de la población?
Nos preocupa muchísimo. Nuestra responsabilidad como Protección Civil es el dispositivo funcione de forma coherente en base a una dirección operativa que, en este caso, es del Departamento de Salud por la situación epidemiológica. Desde Protección Civil siempore intentamos dar nuestro consejo y asesoramiento práctico; son las autoridades las que toman las decisiones. Pensamos siempre en todo aquello que pueda ayudar al ciudadano emocionalmente, no sólo económicamente. Estamos actuando con la máxima empatía que podemos. Y en todo momento intentamos acompañar al ciudadano. Hemos hecho un documento de cara Navidad de encuentros seguros. Pautas muy concretas. Este Nadal también tenemos que pensar en el luto de las 16.000 familias que han perdido a un familiar y que, en muchos de los casos, ni se pudieron despedir. Sí que nos preocupa, sí que vemos un cierto agotamiento pero ponemos en valor que siendo una sociedad del sur de Europa tengamos la capacidad de aplicar y cumplir medidas.
¿Nadie se ha planteado una campaña de comunicación institucional para agradecer el esfuerzo? Nos sentimos muy reñidos y poco agradecidos. Todos son órdenes.
Nosotros no queremos reñir a nadie porque no creo que el ciudadano merezca ser reñido. Yo diferenciaría la necesidad de aplicar una norma porque se necesita poner las condiciones para que el ciudadano pueda reducir su contacto social como aparte de la estrategia de contención del contagio, de reñir a todo el mundo. El ciudadano está haciendo un trabajo importantísimo y el que tenemos que estar es agradecidos. Y reñir a quién se tiene que reñir. Nos preocupa que la gente piense que eso no servicios de nada, que el esfuerzo de todos estos meses no servicios para nada. No, al contrario. Sí, sirve para mucho.
¿La situación política del país, sin presidente y a las puertas de unas elecciones, con lo que eso supone a nivel de rivalidad política entre los mismos miembro del Gobierno, como está afectando a la gestión de la crisis?
La situación política pone en valor los planes de emergencias. Por lo tanto se tienen que seguir los mecanismos previstos. Hay un grupo de evaluación de riesgo que evalúa la situación, epidemiólogos de Salud con sus contactos y expertos, que evalúan la situación. Se eleva a nivel técnico y el comité técnico evalúa qué necesidades hay. Y eso se eleva a las autoridades que toman las decisiones, se informa al comité técnico de cuál ha sido la decisión final, se proponen las medidas que después se amplían, se matizan o se reducen, pero son las autoridades quien toman la decisión en base a elementos que los técnicos no siempre tenemos. Debemos eludir la tecnocracia como salvadora de todo. Cuando todo eso se altera la gestión es imposible. No se puede gestionar bien la emergencia si no seguimos los planes. Somos una administración que nos dotamos el año 2010 de un plan para pandemias en el que fuimos pioneros, revisamos la estrategia y la adaptamos al coronavirus y lo hicimos en un tiempo recuerdo. Cuando no se sigue, ya sea por factores políticos o por los que sean, no se puede gestionar bien. Y mi queja va en este sentido. Por favor, ordenémonos. Si tenemos unos servicios territoriales de Protección Civil que hablan con los alcaldes y les hacemos esperar y cuándo cuelgan el teléfono los alcaldes reciben unas órdenes de forma oficiosa, eso distorsiona mucho la capacidad de gestionar una crisis que se fundamenta básicamente en la buena gestión de la comunicación y para demostrar que no improvisamos. No se está improvisando. Hay muchos puntos de equilibrio. Y se hila muy delgado. Realmente se trabaja, no se improvisa.
Foto: Sergi Alcàzar
Sobre el toque de queda, que afecta gravemente a un derecho fundamental. ¿Cuáles sueño los argumentos para mantener esta medida que es de las más invasivas?
Hay dos elementos para reducir los contagios. Una es la apertura de actividades y la movilidad. El elemento de la reducción de la movilidad en un horario concreto que se intenta que sea el menos invasivo posible para permitir una cierta vida social, laboral y económica es un contrapeso para ir abriendo actividades. Creemos que el confinamiento nocturno frena la apertura. Nos da más seguridad para ir avanzando. El horario nocturno, en general, es el que tiene menor impacto.
El PROCICAT deberá validar las medidas para las elecciones del 14F. ¿Cómo veis la celebración de las elecciones?
Sigue el mismo proceso que hemos explicado. La propuesta de exteriores se tramitó a través del comité técnico, se ha elevado a las autoridades y llegaron de nuevo al comité técnico. Hay un trabajo desde hace muchos meses de ir definiendo a nivel técnico valorando las experiencias de otros estados. Sabemos que en Francia se suspendió la segunda vuelta. Sabemos las condiciones de Galicia y Euskadi. Todo eso se ha observado y se ha hecho una propuesta técnica. La decisión al final es de las autoridades.