El Gobierno tira pelotas fuera para justificar la falta flagrante de ejecución de inversiones en Catalunya. La encargada de hacerlo ha sido la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la catalana Raquel Sánchez, que ha asegurado que el Gobierno cumple con las inversiones y que está comprometido con Catalunya y las ejecuciones pendientes. Ahora bien, las buenas palabras de Sánchez contrastan, y mucho, con las cifras que conocimos ayer, que indican que en Catalunya se han ejecutado 739,8 millones durante el 2021, que se traducen en solo un 35% del total que estaba previsto. Ahora bien, la ministra también se ha hecho fuerte y ha exigido que las infraestructuras no se utilicen como "arma arrojadiza" para tratar otros temas.

En esta línea, la ministra también ha puesto excusas a esta falta evidente de inversiones, recordando que la pandemia ha dificultado su ejecución. Una dificultad que únicamente se deben haber encontrado en Catalunya, ya que a la Comunidad de Madrid el año pasado se ejecutaron el 184% de las inversiones previstas, casi el triple de lo que estaba previsto. Otra excusa ha sido recordar que se han reactivado las obras de la estación de la Sagrera, una infraestructura clave para Catalunya y Barcelona que hace más de diez años que tendría que estar finalizada, los accesos del Aeropuerto, el corredor mediterráneo en su tramo en Vandellòs o los soterramientos ferroviarios en Sant Feliu de Llobregat y Montcada i Reixac.

 

En este sentido, Sánchez también ha considerado que "no nos podemos quedar solo con las cifras" de la ejecución de inversiones y ha recordado que desde que ella es ministra, en junio de 2021, se han desbloqueado más de 3.000 millones de euros en infraestructuras y ha sentenciado que desde el 2018 ninguna comunidad autónoma ha recibido más inversiones en infraestructuras que Catalunya, pidiendo que se vaya proyecto por proyecto a ver como ha evolucionado. Ahora bien, estos proyectos que se ha reactivado, como pasa con la Sagrera, hace años que se tendrían que haber acabado, por lo tanto, para que hubiera una normalización, el Gobierno lo que tendría que hacer es ejecutar mucho más de lo que se presupuesta en un año por acabar todo aquello que queda pendiente a Catalunya.

"Evidentemente, 2020 y 2021 no fueron buenos años para la ejecución, pero hemos conseguido un ritmo que supera en más de un 160% la comparativa con el año anterior", ha añadido la ministra antes de asegurar que en próximos ejercicios se comprobará "el resultado de licitaciones y compromisos presupuestarios" ya llevados a cabo.

Una dinámica que hace demasiado que se alarga...

Toda esta retahíla de excusas y buenas palabras de Sánchez ha venido precedido de la intervención del secretario de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat, Isidre Gavín, que ha recriminado a la ministra que la actuación del Gobierno es inadmisible y que está dejando tirados no solo a los ciudadanos de Catalunya sino también a sus empresas que tienen que utilizar unas infraestructuras que empiezan a estar obsoletas por la falta de inversiones del Estado. En este sentido, tal como ha hecho este mismo martes el conseller Jaume Giró, Gavín ha asegurado que en Catalunya únicamente llegó uno de cada tres euros comprometidos a los presupuestos mientras que a la Comunidad de Madrid llegaron 5,5 de cada tres prometidos.

Para acabar Gavín ha lamentado que esta dinámica ya hace muchos años que se mantiene, independientemente del partido que haya en La Moncloa, y que se ha convertido en una constante en Catalunya, recordando que en los últimos ocho años solamente se ha invertido el 60% de las inversiones promesas recordando que "cada año va a peor". Para acabar al secretario ha reclamado una respuesta clara y muchas excusas por parte del Ejecutivo español.