Pedro Sánchez se mueve a base de anuncios. Este miércoles, cuando comparecía ante el Congreso en el marco del estado de alarma, ha hecho otro. Tal como le había pedido de forma insistente el vicepresident Pere Aragonès, el presidente español ha prometido un paquete de 11.000 millones de euros centrados sobre todo en los sectores del turismo, la hostelería, la restauración y el pequeño comercio. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ya adelantó que serían ayudas directas, como pide el sector, y no créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), como hasta ahora.

 

Se trata de la comparecencia cada dos meses a la que se comprometió el presidente español para que los grupos aceptaran la prórroga del estado de alarma durante seis meses, hasta el próximo 9 de mayo. También se comprometió a levantarlo antes de esta fecha si los indicadores sanitarios lo permitían.

En su intervención en la cámara baja, el presidente del Gobierno ha dicho que el paquete de ayudas llegará "en las próximas semanas" y estará destinado a "empresas, pymes, trabajadores y autónomos" de estos sectores. Ha subrayado que las "ayudas permitirán que contraten a los trabajadores necesarios para la recuperación económica, porque no sólo queremos salvar empresas y puestos de trabajo, sino reforzarlos y crear más". Ha defendido que hay que ayudar a los sectores que se encuentran en una situación "extremadamente" delicada y que la vocación de su ejecutivo es "no dejar a nadie atrás".

Fuentes del Gobierno señalan que este paquete se está negociando con el Banco de España y los bancos, y que el plan de actuaciones incluirá un fondo para quitas y otro para la recapitalización de pymes. El diseño del plan está a cargo de la vicepresidencia económica.

El mandatario socialista ha centrado una parte importante de su intervención en la recuperación económica, y especialmente en el plan de recuperación, que contará con los 140.000 millones de euros en fondos europeos. En este sentido, ha reiterado su objetivo de crear hasta 850.000 puestos de trabajo durante los próximos tres años. Y ha anunciado que, entre los "criterios de elegibilidad" de los proyectos, estará la "creación de empleo de calidad".

Como en anteriores ocasiones, Pedro Sánchez ha pedido a los partidos políticos una "unidad" que han conseguido tanto con las comunidades autónomas como con los agentes sociales. "Ahora que nos encaminamos a la recta final, deseo lanzar un llamamiento a esta unidad, porque la sociedad está exhausta y pide humanidad, responsabilidad y generosidad," ha asegurado en este sentido. "Les pido lo mismo que ofrezco: unidad", ha insistido.

Desescalada "demasiado rápida"

La comparecencia ha dejado un poco de margen para la autocrítica, pero al cabo de unos cuantos meses. El presidente español ha reconocido que la desescalada de la primera ola, antes del verano, fue "demasiado rápida". En esta línea, ha asegurado que probablemente se aceleró por la necesidad de hacer repuntar la economía y por la "fatiga emocional" que supuso el confinamiento domiciliario para la población. Así, Sánchez ha defendido ir más con pies de plomo durante la próxima desescalada de medidas.