Pedro Sánchez no cuestiona la justicia polaca si Europa confía en la española. Eso es lo que ha dejado entender este miércoles el presidente del Gobierno cuando le han preguntado sobre el periodista vasco Pablo González, que hace cinco meses días se encuentra encarcelado en Polonia, sin poder hablar con su familia, bajo la sospecha de ser un espía ruso. En una cumbre bilateral que se ha celebrado en Varsovia, Sánchez ha explicado que el Estado está al corriente de su situación y que el cónsul español "lo ha encontrado bien" cuando lo ha visitado, pero que el proceso jurídico "está en manos de los tribunales polacos". En este punto se ha desahogado un poco más, añadiendo que "el gobierno de España, lógicamente, el que hace es respetar el estado de derecho de Polonia [...] de la misma manera que siempre pedimos respetar la justicia española". Todo llega el mismo día en que la mujer de González, Ohiana Goiriena, ha pedido al presidente que "interceda" y pare la situación de indefensión que asegura que está sufriendo su marido, teniendo en cuenta los diversos procesos de la UE abiertos contra el país, precisamente para contradecir fundamentos del estado de derecho como la independencia judicial y el juicio justo.

Sánchez respeta la justicia polaca

En las declaraciones en la prensa, Sánchez ha asegurado que "el español Pablo González recibe asistencia consular, como cualquier otro ciudadano español en esta situación". Aunque no ha mencionado la falta de contacto con su familia, también ha añadido que el cónsul español ha visitado González varias veces en la prisión y "lo ha encontrado bien". En un vídeo publicado en las redes sociales, la mujer del periodista ha pedido a Sánchez que "interceda" por González ante el presidente de Polonia para que "pueda tener una defensa y un juicio justos, y, sobre todo, que se respeten sus derechos". Más concretamente, ha solicitado que "se acuerde de Pablo, un ciudadano español detenido en un país de la Unión Europea, en el cual se le está negando el derecho a hablar con su familia, que solo ha tenido cuatro visitas del cónsul y no está teniendo la posibilidad que su abogado de confianza conozca las causas de las cuales se le acusa".

150 sin contactar con la familia

En el mensaje, Goiriena recuerda que González cumple hoy "150 días detenido en Polonia", cinco meses en que solo ha recibido "dos cartas" de su marido. "Cuenta que está bien, que se le hacen los días muy largos y que seguimos apoyándole", relata. Si bien ha agradecido sentir "el calor y afecto" de los amigos de su marido, también ha lamentado sufrir "el abandono de las instituciones nacionales y europeas". Por eso, ha pedido al presidente Sánchez que interceda por Pablo, "para que su familia pueda hablar con él de primera mano y saber que está bien; que sus hijos escuchen a su padre". Pablo González, nacido en Rusia y residente de Vizcaya, fue detenido en Polonia a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania, acusado de ser un agente de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas rusas, cuando trabajaba como "freelance" informando sobre la llegada de refugiados que huyen de la guerra. Asociaciones de periodistas españolas y de ámbito internacional han pedido explicaciones a Polonia por la detención de González y han reclamado con respecto al derecho a la información en la cobertura de la invasión de Rusia en Ucrania.