El cardenal Rouco Varela ha dicho en una entrevista en el diario El Mundo que "el independentismo no concilia con la conciencia católica". El obispo emérito de Madrid ha apelado a la unidad del Estado a causa de la historia cultural y política de España para argumentar que "ninguno de los pueblos del estado español se podrían entender" sin ella. Estas declaraciones contra el independentismo se suman a las que hizo el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en La Razón, donde dijo que "no se puede ser independentista y bueno católico".

Sobre la posibilidad de independencia en Catalunya, Rouco Varela, dice que "no puede ser que una parte de los ciudadanos, de una parte de un estado legítimamente constituido, quiera romper unilateralmente la unidad de la comunidad política." En esta línea, el cardenal afirma que "no lo tienen que hacer si viven cristianamente", porque "no puedes decir que te marchas, que rompes unilateralmente con España porque estás rompiendo un bien muy decisivo para ti y para los demás".

Después de ser preguntado por si el independentismo, como el relativismo, es egoísta, la respuesta del obispo ha sido muy contundente, afirmando que "se puede decidir sobre realidades y comportamientos que moralmente son aceptables", pero remarca que "no hay derecho a decidir de una manera absoluta con respecto a uno mismo, y mucho menos respecto a los otros".

El obispo de Solsona y el papa Francisco

Por otra parte, sobre la posición del obispo de Solsona —que fue a votar el 1 de octubre y que se ha manifestado a favor del derecho de autodeteminación—, ha dicho que "no se tiene que actuar rompiendo la unidad de una forma unilateral". Entonces ha sido cuando, por este motivo, ha explicado que si se entiende el independentismo "como una forma de romper la unidad de España", esta "no concilia con el catolicismo".

También ha hecho referencia a la posición del papa Francisco sobre el procés, cuando ha sido preguntado por la voluntad de muchos independentistas de que el abad de Montserrat y el Cardenal Omella intervinieran. "Naturalmente [el Papa] se manifestó crítico. Se expresó en el sentido que la ruptura que se pretendía de la unidad de España no era aceptable", ha sentenciado.