El rey Felipe VI iniciará el próximo día 14 un viaje oficial a Riad, capital de Arabia Saudí, que ha tenido que ser aplazado hasta dos veces, una en febrero y una en noviembre. Uno de los motivos principales del viaje del Rey es la firma del contrato de compra de cinco corbetas por más de 2.000 millones de euros para la marina Saudí construidas por el astillero público español Navantia.

Tal y omo estaba previsto en noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, y el de Fomento, Íñigo de la Serna, acompañarán a Felipe en este viaje, según ha confirmado hoy la Oficina de Información Diplomática (OID). Quien no estará es la reina Letizia, cuya presencia no se había contemplado tampoco en ninguna de las otras dos ocasiones.

El contrato de Navantia, cuya adjudicación depende de la decisión política saudí, cuenta con todos los detalles técnicos desde hace meses a la espera de que se normalizara la situación política española y el Rey pudiera acudir a Arabia Saudí para solemnizar la firma.

Ignorando la Eurocámara

La presencia del Rey en el país para cerrar un contrato militar ha abierto la polémica ya que el pasado mes de febrero el Parlamento Europeo reclamó que se detuviera la venta de armas en la Arabia Saudí con una mención especial para España. La monarquía y el Gobierno han ignorado totalmente la resolución que condenaba "la convivencia y complicidad" entre la UE y los dictadores de las monarquías del Golfo.

En el debate de la resolución, se denunció que España, Reino Unido, Francia y Alemania son los principales vendedores de armamento en Arabia Saudí, y puso el foco en Madrid y Londres por "haber aumentado significativamente" su suministro de armas al régimen. Quien también ha contribuido a la polémica ha sido Podemos, que ha pedido al monarca que cancele la visita ya que se trata de un país donde hay "una sistemática violación de los derechos humanos".

Nada de todo eso ha provocado la marcha atrás en la Zarzuela, que alega que es el Gobierno quien decide los viajes al exterior del jefe del Estado. El viaje del Rey supone una importante oportunidad para abrir la interlocución bilateral con el rey Salman y sus herederos, así como para favorecer intereses económicos españoles en varios sectores.

Sin Letizia

Desde La Zarzuela, se ha confirmado que la reina Letizia no asistirá al viaje. No se han explicado los motivos concretos, aunque no supone ningún cambio de planes, ya que su presencia no se había contemplado tampoco en ninguna de las otras dos ocasiones.

El rey emérito Juan Carlos I visitó Arabia Saudí en cuatro ocasiones a lo largo de su mandato. De estas, dos veces lo hizo acompañado de la reina Sofía y dos más viajó solo. Su presencia no era indispensable en la visita a un país donde las mujeres no tienen ningún tipo protagonismo en cuestiones políticas.

Casi un año de aplazamientos

Hace casi un año que se intenta agendar esta visita, pero una serie de imprevistos lo habían hecho imposible hasta ahora. Primero, estaba prevista para el pasado febrero, pero la situación de interinidad y bloqueo político desaconsejaron su realización. Una vez superada la investidura, volvió a buscarse una fecha: 12 de noviembre.

En aquel caso, la muerte del príncipe Turki bin Abdelaziz al-Saud, hermano del rey Salman, horas antes que el Rey cogiera el avión en Riad, obligó a aplazar el viaje por segunda vez. A la tercera va la vencida dicen, así que se espera que esta semana tenga lugar finalmente la visita, que transcurrirá íntegramente a la capital saudí.

EL AVE Medina-La Meca

Aparte de los contratos militares, lo que previsiblemente también estará sobre la mesa será el proyecto del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina que desarrolla un consorcio español. A mediados de noviembre, después del aplazamiento del viaje, el consorcio español y las autoridades saudíes llegaron a un acuerdo que concedía 14 meses más de plazo —hasta marzo de 2018— para acabar el proyecto de alta velocidad y que establecía el pago de 150 millones de euros para sobrecostes.