Las intervenciones de los eurodiputados independentistas en el Parlamento Europeo a menudo consiguen sacar de quicio a sus colegas españoles. El pleno de la Eurocámara vivió el miércoles por la tarde uno de los episodios más contundentes de este rifirrafe cuando la intervención del eurodiputado de Junts Toni Comín sobre abusos de las grandes empresas energéticas en España provocó ayer un pique con la eurodiputada del PP Isabel Benjumea. La respuesta de la popular, cargando contra Comín, dio pie a un turno de respuesta del político independentista acusando a la derecha española ante el pleno de tener "un problema con la democracia". Benjumea no pudo replicar a esta acusación, porque el vicepresidente del Parlamento Roberts Zile, que actuaba como presidente, le cortó el micrófono ante la incapacidad de la popular de ampararse en algún artículo del reglamento para pedir la palabra.

Todo había empezado con la intervención de Comín denunciando que en un año en España el precio de la electricidad se ha multiplicado por diez y los beneficios de las grandes energéticas ha crecido hasta un 226%. El eurodiputado había denunciado que en España "no hay juego limpio en materia energética" y que se mantienen los problemas estructurales. "Hoy, igual que en el franquismo, el Gobierno sigue sin impedir los beneficios excesivos del oligopolio", ha reprochado.

 

La diputada Benjumea, que intervenía acto seguido, no escondió la contrariedad ante la intervención del político independentista y así lo dejó claro al tomar la palabra: "Antes de iniciar mi intervención les querría recordar que el señor que ha tomado la palabra antes que yo es un prófugo de la justicia española y que espero que muy pronto esté rindiendo cuentas ante los tribunales españoles para que lo puedan juzgar con todas las garantías de los delitos que se le acusa".

Llamada al orden

Esta intervención dio pie a una réplica de Comín al acabar el debate, apelando al artículo 173 del reglamento, para hacer una declaración personal. "La persona que ha hablado después de mí ha faltado a los artículos del reglamento que exigen respeto entre los diputados, por esta razón pido a la presidencia de este debate que le llame al orden en aplicación del reglamento de la cámara", exigió Comín.

 

El eurodiputado rechazó la acusación de prófugo de la justicia, recordando que llegó a Bélgica el 30 de octubre del 2017 haciendo uso del derecho que disfrutan a todos los ciudadanos europeos a la libre circulación, y que rinde cuentas "ante una justicia de verdad que es la belga, una justicia democrática y no una justicia franquista".

El PP, sin micrófono

Comín insistió en que no es un prófugo de la justicia, sino un eurodiputado escogido por los ciudadanos después de ganar las elecciones en Catalunya y conseguir más de un millón de votos. "No somos prófugos, representamos a más de un millón de ciudadanos. Pero ya sé que a usted eso seguramente no le importa nada, porque a usted no le importa nada la democracia porque la derecha española tiene desde hace décadas un problema gravísimo con la democracia", ha remachado.

De nuevo, Benjumea pidió la palabra y ante la petición de Zile de concretar a qué artículo apelaba, se limitó a intentar reiterar las acusaciones de prófugo contra Comín, lo cual provocó que el presidente le cortara el micrófono. "No puede citar el artículo del reglamento interno, no podemos concederle la palabra", zanjó el presidente mientras cortaba el micrófono a la popular.