Sin consenso para reformar el reglamento del Parlament. Independentistas y oposición han constado este lunes en una nueva reunión de la ponencia que no hay acuerdo para sacar adelante un texto común que permita hacer llenos virtuales en circunstancias excepcionales como el actual. El principal escollo es que los no independentistas piden una prohibición formal en el texto que impida hacer investiduras, mociones de censura o cuestiones de confianza virtualmente. Una exigencia que no se acepta desde JxCat que, una vez visto el desacuerdo, apuesta para sacarla adelante igualmente haciendo valer la mayoría independentista.

Desde este grupo consideran que "la reforma es necesaria y que tiene que prever que cualquier pleno se pueda hacer de manera telemática con intervenciones y votaciones a distancia". Además, lamentan que el "bloque del 155" quiera "vetar específica mente" los plenos de investidura. De manera similar lo ven desde la CUP, que consideran que la cámara no puede quedar limitada".

 

Los republicanos quieren que el texto final "recoja al máximo las opciones que más apoyos han recibido durante las sesiones", a pesar de que no haya acuerdo en este último punto de los plenos de investidura telemáticos. Entre estos puntos destacan el de "fijar una mayoría absoluta a la Mesa y una mayoría de 2/3 al pleno para activar estas medidas excepcionales en la cámara", que solo se podrían utilizar en casos de "fuerza mayor", y también el "llevar a cabo sesiones parlamentarias en formato reducido y en formato telemático".

Los tres grupos independentistas han acordado ahora darse unos días para cerrar el texto definitivo antes de celebrar la próxima reunión. Fuentes de ERC aseguran que su propuesta es mantener en el texto final "los puntos compartidos hasta día de hoy como base", JxCat, pero, no está de acuerdo con los plenos híbridos.

La oposición tiene miedo de crear un precedente para Puigdemont

​Después de más dos meses de confinamiento, el Parlament ha celebrado este lunes una nueva reunión para abordar la reforma del reglamento. La imposibilidad de celebrar llenos ordinarios durante la pandemia obligó a los diputados a desenterrar el debate sobre los plenos virtuales, un tema que, de hecho, ya ha sido espinoso durante toda la legislatura por la no investidura de Carles Puigdemont. Una cuestión que ha cernido durante todo el debate y que se ha acabado convirtiendo en el escollo que imposibilita el consenso.

Aunque la reforma de la norma básica de la cámara se ha reactivado por el coronavirus, y que sólo serviría en caso de "fuerza mayor", cuando esté "en riesgo la seguridad colectiva" y por "catástrofes naturales", la oposición tiene miedo de que sirva para "alimentar la figura de Puigdemont". Tampoco les genera confianza que el articulado deje claro que para activar este con una mayoría absoluta de la Mesa y la ratificación de dos tercios del Parlament. Desde el PSC sostienen que aunque la reforma "no tiene relación directa" con una investidura a distancia de Puigdemont, ven posibilidades de que se cree un "precedente".

De hecho, Cs, PSC y Comuns creen que plenos tan importantes como estos, donde la cámara tiene que decidir si otorga confianza o no a una persona no se pueden hacer telemáticamente, y avisan de que votarán en contra si no hay una "excepción explícita" para estos supuestos. "Son debates que requieren inmediatez y presencialidad", apuntan desde el PSC, que recuerdan la importancia de la "comunicación no verbal", del voto "individual y por llamamiento" y la necesidad garantizar que no haya la intervención de "terceros" o "coacciones" durante el debate.

De manera similar se expresan desde los comunes, que coinciden con que "son debates demasiado importantes para no hacerse presenciales y con todos los diputados presentes y votando" y apuntan que "si se tiene que mantener distancias de seguridad, hay maneras de hacerlo". En este sentido, desde la oposición se apunta que, en caso de nuevos confinamientos y con el fin de garantizar la distancia de seguridad, el pleno se podría trasladar a otros espacios como el Palau de Congresos o al TNC. Posición que se comparte desde Cs. El PP, por su parte, se ha mostrado contrario desde el inicio a reformar el reglamento.