Después de que este domingo el delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, pusiera en duda la voluntad de diálogo del Govern asegurando que el Estado tiene "la mano tendida" y recordando que, a pesar de eso, el presidente de la Generalitat quien no va a la Conferencia de Presidentes y es el vicepresidente Junqueras quien no pone a nadie a trabajar sobre el modelo de financiación", y después de que ayer el coordinador del PP catalán negara una negociación entre los ejecutivos catalán y el español, esta noche el presidente español, Mariano Rajoy, ha tildado directamente de "disparate" hablar de intervenciones militares.

Así lo ha dicho en una entrevista a Telecinco, donde también ha soltado que en caso de que fuera cierta la existencia de unas conversaciones discretas entre los dos gobiernos, "no las explicaría porque dejarían de serlo". Además, Rajoy tampoco acaba de tener clara la solución que tendría que aplicar su ejecutivo si finalmente Catalunya celebra el referéndum y, precisamente por eso, no ha querido adelantarse ni asegurar en ningún momento si acabaría haciendo uso del artículo 155 de la Constitución. "Hay que intentar que las cosas salgan de manera razonable", ha puesto de manifiesto, al mismo tiempo que ha subrayado que "que yo sepa, nadie ha convocado un referéndum".

De hecho, no se ha querido mojar porque considera que "hoy es imposible" que se produzca un proceso de separación dentro de un país de la Unión Europea, sin embargo, si fuera así, ha vuelto a avisar Catalunya de que se quedaría fuera de la zona euro, así como de los tratados internacionales. Según su opinión, eso "es llevar la pobreza por decreto" y "es un disparate", motivo por el cual ha vuelto a apelar al diálogo y a buscar puntos de encuentro. Eso sí. Dejando claro que la soberanía "es una cuestión que tienen que decidir todos los españoles".

Sobre las referencias de diferentes dirigentes políticos catalanes como Artur Mas, Anna Gabriel o Albiol a las intervenciones militares es, para Rajoy, un "disparate", motivo por el cual ha apelado a la "cordura".