Ya hace años que el Ministerio de Fomento cifró la deuda con Catalunya en 5.750 millones de euros. Era en 2012 y la entonces ministra de Fomento Ana Pastor decidió hacer público que de estos millones, más de 3.600 corresponden a Rodalies. Y ya hace años que el Gobierno asfixia las infraestructuras catalanas.

Ahora, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha prometido invertir 1.882 millones de euros sólo en Rodalies en los próximos cuatro años y 2.018 millones más hasta en 2.025 que suman un total de 3.900 millones. Lo ha hecho en La Vanguardia pocas horas antes de volver a pisar Barcelona en menos de 48 horas, donde anunciará esta nueva inversión ante decenas de empresarios.

Después de soltar lo siguiente: "No me parece justo decir que en comparación con otras regiones de España que no tienen AVE ni otras cosas, Catalunya se ha quedado atrás", de justificarlo bajo el argumento que "Catalunya es la única comunidad que tiene comunicadas sus cuatro capitales de provincia con AVE" y de dar un repaso por otras infraestructuras como el aeropuerto del Prat o el puerto de Barcelona, Rajoy ha comunicado el nuevo plan de su ejecutivo que se irá aplicando progresivamente entre 2017 y 2025: 3.900 millones de euros irán destinados a Rodalies.

Ahora, prioridades

Lo importante, sin embargo, para el presidente español es, según ha asegurado, lo siguiente: "Nuestra intención de compartir este plan con la Generalitat para coordinarnos y compartir la responsabilidad en la ejecución", aunque, otra vez, ha recordado que "el 48% de toda la inversión realizada en España en cercanías ha sido en Catalunya".

Rodalies, pero también el corredor mediterráneo, serán una "prioridad" para el gobierno de Rajoy, que ha querido mostrarse cauteloso poniendo encima de la mesa que "no se puede hacer todo al mismo tiempo" porque "los presupuestos dan lo que dan de sí".

Insistiendo una y otra vez en que sí, que el corredor es una "prioridad", el presidente español ha subrayado que su ejecutivo "nunca ha dejado de invertir en esta obra" porque es "una modernización de la economía española" y ha asegurado que el tramo entre Vandellòs y Tarragona "empezará a circular en pruebas el próximo año", mientras que el de Castellbisbal-Vilaseca "será adjudicado pronto".

Eliminar conceptos

La operación enrocamiento continúa adelante y Rajoy ha vuelto a reiterar que el referéndum no se celebrará porque para hacerlo "habría que acordar" una nueva Constitución "que eliminara el concepto de soberanía nacional" porque, si no fuera así, ha dicho lo siguiente:"Cualquier referéndum de autodeterminación sería ilegal, aunque yo estuviera dispuesto a negociarlo o aunque el Parlament lo aceptara".

Precisamente por eso ha querido recordar al president del govern, Carles Puigdemont, que "el referéndum no es posible" y lo ha emplazado a no insistir en esta idea porque "no aporta nada a la convivencia, ni al futuro de Catalunya".

Sin embargo, en caso de que el ejecutivo catalán salga adelante, ya verá qué hace porque "prefiere no adelantar acontecimientos", pero sí que ha dejado entrever que la aplicación del artículo 155 sería una de las últimas opciones a aplicar ya que ni siquiera lo hicieron cuando el 2012 "era imprescindible intervenir en determinadas comunidades" y no lo hizo. "No me gusta llegar a soluciones extremas", ha subrayado.

El mensaje

Rajoy ha querido enviar a los catalanes diciéndoles que "a los que siempre se han sentido españoles les diría que estamos con ellos [...] y que defenderemos sus intereses". También les ha querido "animar" y "tranquilizar" porque ha declarado: "Hay mucha gente que pensamos como ellos" y, además, cree que la historia acabará bien: "Estoy absolutamente convencido", ha asegurado.

Sobre el proceso ha enviado otro mensaje claro: "A aquellas personas a las que se les ha vendido que la independencia es la panacea que resolverá todos sus males, les tengo que decir que no es así y que si eso se produce perderán mucho en sus vidas, sus economías y sus relaciones en la Unión Europea. Me parece un disparate que la gente tenga que escoger entre ser catalán o español".

Deudas por Catalunya

En 2012, cuando Pastor viajó a Barcelona para cuantificar la deuda en infrestructuras por primera vez, soltó que "en los últimos años se han hecho muchos anuncios, pero la realidad es otra" y relacionó las deudas millonarias de Fomento con Catalunya.

De los 4.000 millones que había presupuestado en el plan de Cercanías entre 2008 y 2015, aseguró que aún quedaban 3.648,13 millones (los que ahora Rajoy quiere invertir en los próximos ocho años).

Hace ya cinco años de estas declaraciones, pero, ahora, el proceso ha acelerado estas promesas. Rajoy hoy lo confirmará en la capital catalana, donde presumiblemente volverá a insistir en negociar con el govern.