El president Carles Puigdemont ha escogido la vía eslovena como acceso a la independencia. ¿Pero qué es la vía eslovena? ¿Puede ser de aplicación en Catalunya? Las próximas semanas lo dirán.

En plena crisis bélica yugoslava y después de la caída del muro de Berlín, Eslovenia celebró en 1990 un referéndum parecido al que tuvo lugar en Catalunya el 1 de Octubre, de forma unilateral y sin el reconocimiento de Belgrado ni de la comunidad internacional.

Eslovenia hizo la declaración de independencia el 25 de junio de 1991, cuando dos días antes, la Comunidad Europea y Estados Unidos habían afirmado categóricamente que nunca la reconocerían y que daban apoyo a la unidad de Yugoslavia. El Ejército Federal Yugoslavo respondió con ataques militares y Eslovenia negoció entonces intensamente con la comunidad internacional. Y suspendió tres meses la aplicación de la declaración de independencia, porque consiguió así un alto el fuego impulsado por la UE.

Al cabo de 10 días de la suspensión -de seis meses- de la concreción de la declaración, y después de 18 muertos, la independencia se hizo efectiva. Estados Unidos y Alemania la reconocieron.

Los paralelismos con Catalunya son difíciles. Pero hay dos elementos que podrían tener una coincidencia: la intervención internacional y europea ante un adversario muy represivo, y el efecto de la fruta madura (los hechos caen por la fuerza de gravedad).