La política española ha sufrido un estruendo después de que el presidente socialista, Pedro Sánchez, hiciera pública una carta donde apunta su posible dimisión por las acusaciones de corrupción contra su mujer, Begoña Gómez. Sánchez ha puesto una fecha para comunicar su decisión: el próximo lunes 29 de abril. No será hasta entonces, que se sabrá cuáles son los próximos movimientos de Sánchez y su Ejecutivo. Sin embargo, hay políticos que ya han señalado cuáles serían los próximos pasos del socialista. Por ejemplo, Carles Puigdemont ha señalado que el presidente español podría acabar presentando una moción de confianza para consolidarse. Sin embargo, ¿en qué consiste exactamente una moción de confianza y qué hace falta para ganarla?

¿Qué es una moción de confianza y cómo funciona?

Una moción de confianza es una herramienta que permite a un gobernante cerciorarse de si mantiene el apoyo mayoritario en un hemiciclo. Según recoge el Reglamento del Congreso de los Diputados, "el presidente, con la deliberación previa del Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general". En el caso español, en todo este proceso no participa el Senado.

¿Qué hace falta para ganar una moción de confianza?

Después de que se presente por escrito la voluntad de convocar una moción de confianza, la Mesa del Congreso convocará un pleno para debatir la cuestión. No se podrá votar hasta que pasen 24 horas desde que la cuestión de confianza fue presentada. Pasado este plazo llega el momento decisivo: la votación. Para no acabar dimitiendo después de la moción de confianza, Sánchez necesitaría una mayoría simple, más votos a favor que en contra. Si se mantienen los equilibrios que lo volvieron a llevar hasta la Moncloa el año pasado, la podría conseguir.

Si no consigue los apoyos, ¿qué pasaría? En caso de perder la moción de confianza, Sánchez tendría que presentar su dimisión ante el rey Felipe VI. Con la dimisión del presidente, el Gobierno cesaría y quedaría en funciones hasta que se pueda.

¿Se convocarían nuevas elecciones?

Si Pedro Sánchez dimitiera no se podrían convocar elecciones hasta el 30 de mayo. Eso se debe el artículo 115 de la Constitución Española, que fija meridianamente que "no es procedente una nueva disolución antes de que transcurra un año desde el anterior". Y el decreto de disolución del Congreso y el Senado que dio lugar a los comicios del 23J, después del anuncio que hizo Sánchez al día siguiente de las elecciones municipales, se publicó el Boletín Oficial del Estado el martes del 30 de mayo: no es hasta este día que el presidente español puede disolver las Cortes Generales.