El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha dejado en ridículo al alto representante diplomático de la UE, Josep Borrell, porque después de criticar los supuestos contactos de Catalunya con Rusia, se ha reunido con autoridades de Qatar, un país acusado de sufragar el yihadismo.

"¿Cómo iba aquello de relacionarse sólo con países que tengan credenciales plenamente democráticas? Hipócritas", ha soltado Puigdemont.

Borrell, en cambio, se ha mostrado muy satisfecho de sus contactos con Qatar. "Qatar es un socio clave para la UE. Excelente discusión con el jeque Althani sobre Afganistán. Qatar juega un papel crucial para garantizar el acceso a la ayuda humanitaria y la salida de las personas en riesgo. Agradecemos a Qatar la asistencia en la evacuación de ciudadanos de la UE", ha indicado el alto representante diplomático.

Calres Puigdemont

 

El especialista en el Oriente Próximo Gabriel Ben Tasgal afirma que Qatar es, actualmente, y al lado de Irán y Turquía, un importante motor de inestabilidad, "ya sea a través de los millones que invierte sobre los grupos extremistas (Hamás o los Talibanes) o a través de las retransmisiones de la cadena Al-Jazeera en árabe". "El principado que antes era la cara moderada hacia Occidente, se ha transformado, bajo el liderazgo del actual gobernante, el Emir Tamim Ben Hamid Al-Thani, en una bomba de relojería", ha indicado en varias entrevistas.

Polémica con Lavrov

 

Borrell en cambio aplica una doble vara de medir a Rusia y Qatar. El alto representante diplomático de la UE protagonizó una fuerte polémica hace un año con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, cuando ante la exigencia de la UE sobre la puesta en libertad del opositor Alexei Navalni y sus seguidores, este le replicó recordando la brutalidad policial en Europa y la situación de los presos independentistas. Lavrov criticó que Borrell no utilizara siempre el mismo criterio.

En una rueda de prensa en Moscú después de la reunión que mantuvieron los dos políticos, el jefe de la diplomacia europea insistió públicamente en reclamar la puesta en libertad de Navalni y subrayó que la UE esperaba una investigación "independiente y completa" sobre el envenenamiento del líder opositor el verano pasado.

Después de escucharlo, Lavrov replicó recordando los casos de abusos policiales vividos últimamente a Europa y en Estados Unidos y, en concreto, se refirió a la situación de los presos independentistas, a los que puso como ejemplo de "decisiones judiciales motivadas políticamente".

"Los líderes independentistas están en la cárcel por organizar un referéndum, una decisión que la justicia española no ha revocado aunque tribunales de Alemania y Bélgica han sentenciado en su contra," argumentó.