Una de fría y una de caliente. El president en el exilio, Carles Puigdemont, reprocha que la estrategia de bloqueo que tanto el PP como el PSOE han desplegado durante años contra la oficialidad del catalán en la UE ha sido uno de los principales obstáculos con que ha tropezado el intento del Gobierno de impulsar la reforma del reglamento lingüístico de la UE, en cumplimiento de los acuerdos cerrados con Junts. No obstante, asegura que "el camino iniciado es irreversible" una vez el Estado español, aprovechando la presidencia de turno de la UE, ha presentado ante el Consejo de Asuntos Generales la petición de incorporar el catalán, el gallego y el euskera entre las lenguas oficiales. En este sentido, advierte que la España tendrá que defender de manera desacomplejada esta reivindicación, que hay que llegar hasta las últimas consecuencias y, si hace falta litigando ante el Tribunal de Justicia de la UE, para dejar claro que no hay que reformar los tratados para incorporar el catalán entre las lenguas oficiales.

Esta mañana, el Consejo de Asuntos Generales sigue debatiendo sobre esta cuestión, aunque finalmente no se someterá a votación, dado que España no ha conseguido garantizar la imprescindible unanimidad para sacar adelante la propuesta.

Avance importante

En un tuit en su cuenta de la red X, Puigdemont ha admitido que es un hecho incontrovertible que no se aprobará la propuesta durante la presidencia española, aunque se había asegurado a Junts "que sería posible" y que, de hecho, los últimos días "las únicas dudas que había eran de tipo político y sobre todo vinculadas a la ofensiva del PP". Con todo, ha querido subrayar que la situación de este debate ha experimentado un avance importante, dado que "la oficialidad continúa en la agenda y es una exigencia que tiene recorrido" y a la cual no piensan renunciar.

Según Puigdemont, este proceso ha tropezado con dos obstáculos principales. "El primero, que el Estado español ha tenido que deshacer en muy poco tiempo una estrategia de bloqueo que venía de muy lejos y de muchos gobiernos, tanto del PP como del PSOE," ha argumentado, subrayando que esta corrección no ha sido por convicción, al igual que ha pasado con la ley de amnistía, y que la estructura política y técnica de España ante la UE "no ha desbordado entusiasmo". Por todo ello, asegura que el trabajo hecho no ha sido el mismo que cuando se tenía que convencer a los países europeos "de todas las maldades" que se atribuyeron al movimiento independentista. Con todo, ha recordado la valoración positiva que ya hizo del trabajo del ministro de Exteriores español en defensa del catalán, "un hecho inédito y positivo, pero insuficiente".

Por lo que respecta al PP, que sitúa como el segundo obstáculo con que ha tropezado la petición de oficialidad, ha subrayado el interés que los populares han demostrado desde el primer día para hacer descarrilar una propuesta que formaba parte de los acuerdos políticos que tenían que facilitar un gobierno de PSOE y Sumar en España. "Han españolizado la política europea más allá de lo que se podían permitir", ha asegurado. En este punto, ha reprochado que a instancias del PP, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, que fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias, haya liderado la oposición a la propuesta española para que una lengua que también se habla en Italia pueda ser oficial en la UE. "Una manera bien curiosa de acreditar los méritos que le hicieron merecedor de una de las más altas distinciones que dan los españoles (claro está que todos sabemos las razones por las cuales se la dieron)", añade en referencia al hecho de que Tajani presidía el Parlamento Europeo cuando se vetó la entrada de Puigdemont y Toni Comín a la eurocámara a pesar de haber ganado las elecciones europeas.

Informes jurídicos

Con todo, Puigdemont subraya que el hecho de que no se haya aprobado ahora no significa que hayan desaparecido las opciones para conseguir esta oficialidad. "El camino iniciado es irreversible, aunque requiera más tiempo", asegura. De hecho, advierte que hay que llegar hasta las últimas consecuencias para superar las reticencias que señalan los servicios jurídicos y, si hace falta, recurrir al Tribunal de Justicia de la UE donde "el Estado español tiene que defender sin complejos que no es necesario reformar los tratados de la Unión para que una lengua sea oficial".

En este sentido, ha destacado que existen "informes jurídicos independientes y de una gran solvencia que desmienten rotundamente la posición de los servicios jurídicos del Consejo". "Y eso hay que lucharlo de forma más desacomplejada y rotunda", avisa.

Puigdemont concluye el tuit advirtiendo que no tiene ningún sentido que una lengua hablada por millones de ciudadanos europeos no sea oficial, por lo cual emplaza al Estado español a hacer el trabajo pendiente y a plantar cara a quienes le desafían, si quiere ser creíble en su reclamación sobre la oficialidad del catalán.