Caso omiso. La comisión Pegasus del Parlamento Europeo ha aterrizado este lunes en España para acabar aquí la ruta europea para desbriznar qué ha pasado con el espionaje masivo con el software israelí en territorio europeo después de hacer parada en Polonia, Chipre, Israel, Grecia y Hungría en los últimos meses. Pero el camino no ha sido fácil, sino que todo lo contrario: este lunes es festivo en Madrid, y el martes tendrá lugar una ruidosa moción de censura que centrará todas las atenciones de los grupos políticos españoles. Ahora bien, el principal obstáculo que se han encontrado los eurodiputados viene desde las más altas esferas: a pesar de invitar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y algunos de sus ministros más destacados, La Moncloa ha optado por enviar un cargo de segunda fila como es el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pascual Navarro. Será el único representante institucional del Estado que recibirá a los europeos, a pesar de las críticas del independentismo.

Este movimiento de dudosa rigorositat para evitar que la primera plana del Gobierno tenga que dar explicaciones se ha podido hacer con la complicidad de los dos partidos que integran el ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos. Y tampoco han encontrado oposición entre los parientes catalanes: el PSC y los comuns se han desentendido de la actitud del presidente Pedro Sánchez y de sus ministros.

En rueda de prensa, la portavoz socialista Èlia Tortolero ha negado ninguna desconsideración del Gobierno hacia la misión del Parlamento Europeo. De hecho, ha defendido todo el contrario: el ejecutivo está apostando por la "máxima colaboración" para aclarar el espionaje, aunque ya descartó abrir una comisión de investigación del CatalanGate al Congreso de los Diputados, y ha plantado reiteradamente el órgano que ha puesto en marcha el Parlament de Catalunya sobre esta misma cuestión. En la misma línea, Tortolero ha defendido que la presencia del secretario de Estado de Asuntos Europeos es suficiente. "Nos parece lo bastante importante", ha alegado.

 

Los comuns mezclan un ataque a Junts

Por su parte, el portavoz de los comuns, Joan Mena, ha descartado valorar que ni Pedro Sánchez ni ningún ministro se reúna con los eurodiputados. "Son explicaciones que tiene que dar el Gobierno", ha argumentado, pasando así la pelota a La Moncloa. Sin embargo, sí que ha remarcado la gravedad del espionaje del CatalanGate, y ha reiterado la necesidad de "llegar hasta el final y dirimir responsabilidades". Especialmente porque su formación también ha sido víctima del espionaje, por lo que Unidas Podemos "ha hecho lo que tenía que hacer" y enviará a Jaume Asens a encontrarse con la misión europea. Por otra parte, Mena ha aprovechado la oportunidad para cargar contra Junts después de que la portavoz Míriam Nogueras señalara que los eurodiputados solo se encontrarán con víctimas del CatalanGate que forman parte de ERC. "Junts ve fantasmas donde no hay", ha remachado. "Pedimos que no hagan instrumentalismo ni electoralismo"