La dirección general de Tráfico (DGT) ha impedido al joven Iss Konare, vecino de Santa Coloma de Gramenet, examinarse de la teórica de ciclomotor porque sólo habla catalán, según ha denunciado en el programa Tot es mou de TV3. "Fui a sacarme el carnet y pregunté si podía realizar el examen en catalán. Pero me dijeron que no, que lo tenía que hacer en español. Y yo no he estudiado español. He estudiado catalán y quiero hacer la prueba en catalán", ha detallado. El joven ha explicado que intenta sacarse el carnet desde el 2009. Primero lo hizo cuando fue a Huelva, pero ante el hecho de que no se podía expresar en catalán, decidió volver a Catalunya. En las últimas semanas, ha intentado volver a examinarse en el principado, pero le han dicho que en catalán no y está muy sorprendido. Ha manifestado que llegó a Catalunya en el 2003 y ha estado en Lloret de Mar, Barcelona y Santa Coloma de Gramenet, y ha insistido en que ahora necesita un ciclomotor para desplazarse al trabajo.

También ha narrado su caso Anna Surroca, que ha denunciado que una doctora exigió a su madre, de 87 años y con problemas de audición, hablar en español en un centro en la calle Aribau de Barcelona. "Entramos en la consulta y explicamos a la doctora qué le pasaba a mi madre. Y la doctora dijo que no entendía el catalán y que le habláramos en castellano. Yo le dije que tenía derecho a expresarme en catalán y que a mi madre le era más fácil. Y de malas maneras se levantó y nos dijo que ella había estudiado muchos años y que eso era inadmisible, que si no queríamos hablar en castellano tendríamos que abandonar el despacho. Yo me negué a ello y fue a buscar a una persona del mostrador y esta fue a buscar a la supervisora del centro".

Por su parte, la Oficina de Drets Lingüístics d'Escola Valenciana ha registrado una vulneración lingüística al día durante lo que llevamos de 2022, y el ámbito sanitario es donde más quejas recibe. El último caso de discriminación lingüística se ha dado a Benilloba, un pueblo en la comarca del Comtat, en la demarcación de Alacant, según informa À Punt NTC. Una paciente no fue atendida por su médico "porque no lo entendía". Es el caso de Rebeca Sanjuán, una mujer que vio vulnerado su derecho a expresarse en valenciano el miércoles pasado. En una cita telefónica con su médico del centro de salud Benilloba, un municipio donde el valenciano es la lengua predominante. En la llamada, la Rebeca se dirigió en valenciano a su médico, y este le dijo que "no la podía atender porque no lo entendía", la frase habitual para reconducir hacia el español. Pero la paciente decidió hablar más lento para facilitar la comprensión. Sin embargo, el médico insistió en decir que no entendía lo que decía y que para poder atenderla "tenía que hablar en castellano".