La última vez que el Govern de la Generalitat consiguió aprobar en el Parlament unos presupuestos fue en marzo de 2017. Antes, por lo tanto, del referéndum del 1-O. Desde entonces, el ejecutivo catalán ha ido empalmando prórrogas de aquellas cuentas que se elaboraron bajo la comandancia del entonces conseller y vicepresidente Oriol Junqueras. Tres años después, Catalunya dejará atrás los parches y actualizará los números gracias a una alianza del gobierno de JxCat y ERC con los comunes. Hoy, los presupuestos han entrado en la fase final de tramitación inmersos en un clima de precampaña que impregna todos los rincones de la política catalana.

El primer escollo que tienen que superar unos presupuestos para poder ser aprobados es lo que se conoce como a debate a la totalidad en el Parlament, que ha arrancado a media mañana de este miércoles y concluirá por la noche. Esta sesión sirve para medir el apoyo con el que cuenta el gobierno. Si la oposición cierra filas, puede tumbar los presupuestos, si no, continúan el camino hasta la aprobación definitiva. Ciudadanos, el PSC, la CUP y el PP han presentado enmiendas a la totalidad a las cuentas. Los comunes, en cambio, se alinearán con ERC y JxCat, haciendo posible superar este primer obstáculo. La previsión es que la validación final sea a mediados de marzo. 

El apoyo de Catalunya en Comú será de mínimos pero suficiente. Se limitarán a una abstención, con la pinza en la nariz, después de haber negociado codo con codo con el departamento de Economía que encabeza Esquerra Republicana. El debate de hoy ha estado contaminado por el ambiente electoral, con la mirada puesta en unos comicios que todavía no tienen fecha. Hasta que no se aprueben los presupuestos, Torra no anunciará la fecha y ya hay quien apunta que no serán inmediatamente después, en junio, sino que se retrasarían hasta el otoño.

Torra y Aragonès: coprotagonistas

El president de la Generalitat ha reclamado ser coprotagonista durante la defensa de los presupuestos en el Parlament, una tarea que acostumbra a ser exclusiva del conseller de Economía, que es quien los ha elaborado. Él mismo comunicó ayer a Pere Aragonès que pediría intervenir en el Parlament, para precederle en la exposición. Una propuesta que ERC recibió con sorpresa y que atribuye al chip electoral de JxCat. Los republicanos se muestran contrariados por el hecho de que Torra quiera capitalizar un éxito que reivindican como propio, que es haber conseguido convencer a los comunes para aprobar las cuentas.

"Tomo la palabra para dejar constancia de la importancia que tiene para mi gobierno la aprobación de estos presupuestos", ha afirmado Torra. Su discurso ha sido breve, de unos 15 minutos. Ha aprovechado para pedir "responsabilidad y sentido de país en los días que vendrán". A pesar de tener derecho, todos los grupos menos Cs han renunciado a la replicar al president y han optado por esperar a la intervención de fondo del conseller de Economía.

Aragonès ha desgranado el detalle de los presupuestos, subrayando la necesidad de actualizar las cuentas, que aumentan el gasto de la Generalitat en 3.070 millones. Al mismo tiempo, el vicepresident se ha dirigido directamente al PSC y la CUP para pedirles que suban al carro de los comunes y se apunten a facilitar los presupuestos. "Hay que salir de la zona de confort y del ambiente electoral, ni el PSC ni la CUP se encuentran tan lejos de estos presupuestos", ha dicho. El pleno se ha suspendido al mediodía. Por la tarde será el turno de la oposición.