La dirigente del PP Cayetana Álvarez de Toledo ha acusado al padre de Pablo Iglesias de ser terrorista porque fue militante del FRAP, pero ha olvidado que también formó parte de este grupo violento vinculado al PCE (marxista-leninista) el exdirigente popular Rafael Blasco.

Según el diario Levante, Blasco se afilió a finales de los 60 en el PCE (marxista-leninista) y de aquí pasó al FRAP. Su nombre de guerra era Carlos. El exdirigente del PP fue un activista ortodoxo, y decidió junto con Vicent Pérez Venencio la expulsión de militantes acusados de fraccionalistas. Sufrió prisión en varias ocasiones, como cuándo volvía de una reunión en el extranjero y lo pararon en la frontera.

Blasco hizo a partir de aquí una espectacular carrera política, hasta acabar nuevamente en la cárcel en el marco de los escándalos del PP valenciano. acusado de corrupción.

Se acercó al PSPV-PSOE de la mano de Ciprià Ciscar, a quien conoció al Sindicat Democràtic Universitari, y acabó siendo conseller de Obras Públicas, donde ya tuvo los primeros problemas judiciales. Con el fin de la primera estapa socialista en la Generalitat valenciana se pasó al PP.

Blasco estuvo casi 30 años en el gobierno valenciano, con 4 presidentes de signo político opuesto, y llegó a ser 7 veces conseller, en materias tan dispares como Presidencia, Obras Públicas, Empleo, Bienestar Social, Territorio, Sanidad e Inmigración.

Hoy día está todavía en la cárcel, y hay en València quien lo compara con uno de los personajes de Al Pacino. En todo caso es el político que revela lo que quería decir una de las frases más emblemáticas y lúcidas de la filósofa Hannah Arendt: "El revolucionario más radical se convertirá en un conservador al día siguiente de la revolución".