Portadas: El patético afán de revancha de El Mundo contra los líderes del 1-O

Luis Medina cobró más de un millón de euros en comisiones por la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid en los momentos más duros de la pandemia. "Mientras morían miles de personas", como recuerda al juez instructor en el sumario del caso. Él es uno de los comisionistas del "pelotazo" de las mascarillas, una operación de 15 millones de euros de los que cuatro se los embolsaron los comisionistas, conectados con el Ayuntamiento de Madrid vía un primo del alcalde, José Luis Martínez Almeida, que ha alegado no saber nada. Medina, hijo de una dinastía enriquecida en el franquismo, gastó su millón en un yate y bonos bancarios. Cuando el juez ha dictado el embargo de sus bienes, ha encontrado que en el banco sólo tenía 247 euros y que se ha marchado de España. Vamos ahora al universo paralelo del Tribunal de Cuentas (TCu), el tribunal que no es tribunal. El fiscal (el "fiscal", cabe decir) ha rebajado de 9,55 millones de euros a 3,4 millones la exacción a 35 cargos de los gobiernos de Artur Mas y de Carles Puigdemont por la organización del 1-O y los gastos de política exterior de Catalunya. Ya se ve que la liquidación provisional del TCu —9,05 millones más medio millón en intereses— era pura fabricación, un ¡dale que es indepe!, porque salta como un gato a la cara que si la diferencia con la liquidación definitiva sube a 6,15 millones, el cálculo se hizo empujando con la barriga. ¿Cuánto duraría una empresa con esa manera de calcular gastos? ¿Dos o tres semanas? ¿Cómo se llama a un contable que un día dice que tal cuesta nueve y pocos meses después de que no, que cuesta tres? En fin.

Pasamos ahora al metaverso de los diarios. Adivina cuál de los dos casos abre la portada de El Mundo. Exacto, el del "separatismo". En tono llorica, lamenta que quede "sin pagar" sus culpas. Adivina a quien llaman fugado. Exacto, a Carles Puigdemont. Etcétera. Encima, en un subtítulo se queja de que Puigdemont, Mas, Junqueras y compañía podrán pagar esta cantidad "sólo con las colectas". Puestos a sospechar, da la impresión de que el "fiscal" del TCu ha rebajado la cifra hasta hacerla coincidir con el dinero recaudado entre la gente para pagar las fabricaciones de ese organismo. También coincide con el relevo de la encargada del caso, Margarita Mariscal de Gante, exministra de Justicia de José María Aznar, que tenía una segunda vida en el TCu. También debe ser pura casualidad.

El País dice que la causa contra los líderes del procés se desinfla. Utiliza la misma expresión ABC en su información sobre el asunto, que no lleva en portada, como tampoco La Razón. Sólo hace bandera de ello el diario ultra. También hay que recordar que la estafa de las mascarillas de Madrid no ha ocupado mucho espacio de portada estos días. En los diarios de Madrid porque el Trío de la Bencina no quiere saber nada. También por casualidad, los tres han puesto en marcha no hace mucho secciones especiales sobre Madrid, secciones que no se pagan solas, ya nos entendemos. El País, por lo que sea, no le ha dado vuelo, aunque la primicia era suya. Los diarios de Barcelona tampoco han mojado pan, quizás porque les coge lejos, como decía aquel. Sólo La Vanguardia abre portada con este escándalo, porque publica los whatsapps entre los participantes en el tinglado y el alcalde Almeida sale salpicado. A cambio, no dice nada de la chapuza del Tribunal de Cuentas.

De lo que no se dice ni mu en ninguna portada es del hecho que siete de los ocho ultras que asaltaron Blanquerna, la librería de la Generalitat en Madrid, ya están en la calle con el tercer grado.

¡Y tanto que nos costó a nosotros!
7 de los 8 condenados por el asalto a @CCLBlanquerna ya tienen 3.º grado en sólo 4 meses de prisión.
Mierda de justicia.... �� pic.twitter.com/HVlpbZ3dq8
— Montse Bassa i Coll (@BassaMontse) April 13, 2022

BOLA EXTRA. Fíjate hoy en las fotos principales de las portadas de ABC y El Mundo (que la edita mejor). Son de la exhumación de los cadáveres de los civiles asesinados por el ejército ruso en Bucha, una villa cerca de Kyiv. Qué horror. El País lleva una menos horrible pero igualmente escalofriante: un soldado ruso fotografía las ruinas de Mariupol desde los restos del teatro que su ejército bombardeó con mil refugiados dentro. Un trofeo de guerra que tal vez recibirán parientes y amigos. Quizás así se dan cuenta de lo que está pasando.