La mayoría de los diarios abre hoy con todo tipo de declaraciones y comentarios anónimos, atribuidos a misteriosos exministros y cargos socialistas, que avanzan la inminente renovación del PSOE (o purga, o tsunami, o... depende del diario) una vez hecha la crisis de gobierno, que se ha llevado río abajo a pesos pesados socialistas y algunos peces pequeños. Pedro Sánchez se presentado como el Leviatán que comanda esta transfiguración del aparato socialista español. Ciertamente, los diarios del Trío de la Bencina querrían presentarle como un hombre sin escrúpulos, implacable y despiadado, para hacerte ver que es un político defectuoso y tirano que merece risa, befa y menosprecio. Da la impresión contraria: parece todo un estadista con un proyecto, decidido a hacer valer sus propósitos arrollando, si es preciso, a apparatxiks y comisarios del partido, incluso a su mismo gurú Iván Redondo, de quien era adicto —siempre según esos diarios— y estaba a dos o tres portadas de convertir-se una leyenda tipo Saruman, Rasputin o Freddy Krueger.

La leyenda que construyen las portadas a Sánchez proviene, sobre todo, de que los exministros y mandamases socialistas se hartan de llorar porque, según ellos, aun les quedaba una magnífica carrera política por desarrollar; porque Sánchez les dijo una cosa y ha hecho otra; porque este no es el hombre de quien se habían fiado, que el poder lo ha cambiado mucho… La declaración culminante aparece en El Mundo: "Nos sentimos como pavos en Navidad", según "los ministros". Llama la atención cómo "los ministros" no advierten que con estos lamentos dan pena y hacen el llorón indignamente. A la política hay que llegar lloradito. También sorprende que los diarios consideren buena fuente a quien es capaz de hacer un relato tan cargado de despecho infantil, de rabieta lacrimógena. El Mundo, además, utiliza la retórica del tahúr. Usa como sujeto de la declaración de un individuo a todos los ministros, de manera que al proyectar la parte sobre el todo te da gato por liebre. Más viejo que Carracuca.

Según los diarios que miran al gobierno español por el ojo derecho, el actual presidente es un hombre de acero a la altura de un Bismarck, de un Churchill, de un Adenauer, que se dispone impasible a renovar el partido de arriba abajo, "desde la cúpula hasta las federaciones", se maravilla La Vanguardia. Será una renovación "profunda" que dejará el partido en manos de una generación más joven, se extasia El País. "Un tsunami", se admira El Periódico, que Sánchez mueve "en solitario" y que "refuerza su autoridad". Etcétera, etcétera. Es empalagoso. Si estos materiales caen en manos de la gente de la Marvel, acaba en una serie del nuevo súper-héroe SúperSánchez, un político mutante que triunfa gracias a su corazón valiente y espíritu decidido, contra viento y marea, la soledad del poder y los enemigos escondidos en su misma casa. Con la ayuda de WonderNadia Calviño, "único contrapeso a Podemos", según ABC. A ver qué pasa. También dicen que el más valiente cae de culo.

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