Las elecciones al Parlament se celebrarán en seis días, el resultado es incierto —dice La Vanguardia que hay un 40% de indecisos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)— y ninguna portada abre este martes con información sobre los comicios. El País ni siquiera publica nada sobre la cosa en primera página y La Razón hace una pieza con foto por debajo de la portada —"unos bajos”, como se dice en el argot— con el debate emitido por La Sexta porque es propiedad de Atresmedia, que al mismo tiempo es del Grupo Planeta, el dueño del diario. ABC, propiamente, tampoco habla del asunto. Apenas hace una referencia de paso al informar de que la Junta Electoral Central ha expedientado a José Félix Tezanos, el presidente del CIS, porque no les avisó de la encuesta urgente que la empresa demoscópica pública hizo sobre la carta de Pedro Sánchez, etcétera. La mayoría de las portadas abre con la calabaza que el Banco Sabadell ha dado a la propuesta de compra del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
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Todo se hace extraño, como si estas elecciones catalanas carecieran de interés. Es obvio que no es así. Las elecciones son una de las causas de lo ahora me voy, ahora me quedo del presidente del gobierno español, y Alberto Núñez Feijóo y Yolanda Díaz aparecen más que nunca por Catalunya en apoyo de los candidatos de sus partidos. Este lunes, el PP incluso ha desplazado a la lideresa Isabel Díaz Ayuso a la plaza Artós de Barcelona, zona cero de la ultraderecha españolista de la capital. Santiago Abascal también vino a arengar a los leridanos con una confusa balburdia xenófoba sobre la taifa de Lârida, etcétera. Se conoce, pues, que las elecciones del 12-M no son cualquier cosa.
Una hipótesis —seguramente excesiva y sesgada— que permitiría explicar la omisión de la campaña catalana en las portadas, o las pocas ganas de los diarios de informar de ella, es que no les acaba de cuadrar el rumbo de la campaña ni los resultados que se avistan. Ningún diario, salvo quizás El Punt Avui, hace fiesta con el hecho que Puigdemont+Junts vaya recuperando escaños día a día y amenace, aparentemente, la prevista victoria cómoda del PSC de Salvador Illa. Los diarios que disfrutan explicando las elecciones como una carrera de caballos tendrían que encontrar del todo estimulante el fenómeno del presidente exiliado y perseguido seis años y medio, que va acortando la diferencia con el candidato de uno de los partidos protagonistas de la represión.
Una última nota. Tiene gracia comparar las portadas de El Periódico y de El País, que son como las dos Españas del poema Españolito, de Antonio Machado, aquel que acaba con “Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. El diario de Madrid abre su portada celebrando deportivamente que, por primera vez en la historia, España ha superado la cifra de 21 millones de afiliados a la seguridad social —de personas con trabajo, vaya. El de Barcelona, en cambio, dedica el título principal al tirón de orejas del Banco Central Europeo a España porque el precio de la vivienda es un 14% más caro de lo que las familias pueden pagar. Récord de empleo y récord en el precio de la vivienda al mismo tiempo. La opción por una versión o la otra de España explica muchas cosas de esos dos diarios. Queda para otro día.
