"Sánchez abre la puerta a la amnistía" es el título que abre la portada del Ara, el único diario de Barcelona que dice alguna cosa en portada de las declaraciones del presidente del gobierno español en Nueva York, donde asiste a la asamblea general de la ONU. "Seré coherente con la política de normalización y estabilización de la situación política en Catalunya", ha dicho para dar a entender que tal como vinieron los indultos y la reforma de la sedición y la malversación, ahora es el turno de la amnistía. Además, Sánchez ha defendido que el conflicto político entre Catalunya y el Estado "no tendría que haber derivado nunca en una judicialización" y ha remachado: "...habíamos trasladado a la vía judicial un conflicto de naturaleza política. Lo que [el actual Gobierno] hemos hecho es tratar de devolver a la política lo que nunca tuvo que salir de la política". Parece bastante claro por donde irá la cosa, aunque con Sánchez nunca se sabe.

Da que pensar, que los otros tres diarios de Barcelona no publiquen ni una sola línea de la declaración más clara de Pedro Sánchez en favor de la amnistía. Se hace aún más extraño al recordar la cantidad de afirmaciones menores y/u oportunistas que han publicado. Estas últimas serían unas más, ¿dónde está el problema? Una razón es que quizás no le creen y no quieren marear más a los lectores. No sería extraño: el presidente español ha dicho una cosa y la contraria sobre un montón de cuestiones y el silencio de las portadas de este jueves sería equivalente a ignorar la campaña de un fármaco prometedor que no ha pasado las pruebas clínicas. Otra es que ya han descontado que las condiciones de Junts/Puigdemont son inaceptables y que Sánchez, cuando asegura que hablará claro, quiere decir que las rechazará y que ahora solo nos entretiene a la espera del fracaso del candidato Alberto Núñez Feijóo para preparar mejor las nuevas elecciones.

Todas las portadas de Madrid, en cambio, se abren con este asunto. Las del trío de la bencina para sostener el relato de Pedro Sánchez ilegítimo, traidor y caradura, líder de la anti-España, que se prepara para renunciar al procesamiento de Carles Puigdemont y del resto de represaliados independentistas. Apocalipsis patrióticos al margen, tienen razones para estar enfadados. En julio del 2018, el mismo Sánchez dijo: "Lo que importa, en términos de justicia, es que las personas involucradas en los hechos del último semestre de 2017 tienen que ser juzgadas por los tribunales españoles, y eso pasará". En noviembre de 2019, en un debate electoral televisado, insistía: "A ustedes, señor Casado, se les fugó Puigdemont y yo me comprometo a traerlo aquí y juzgarlo". En noviembre de 2021, más: "Puigdemont tiene que comparecer y someterse a la justicia". El País trata el asunto con la mano blanda. Titula por la indefinida finta retórica "seré coherente" y solo en el subtítulo dice que "Pedro Sánchez abre la puerta a la amnistía", que es la clave de interpretación de la finta. Se supone que no lo dice a la ligera, que El País, todavía es consciente de ser el diario español de referencia.

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