La paranoia de algunos diarios de Madrid suele ser alta. Es lógico preguntarse cómo hay personas que sobreviven a una dosis diaria de portadas como esas. Está como entrar en una ducha de esas de grifo complicado: abres el agua caliente, sale hirviendo y cuando quieres darte cuenta ya te has abrasado. Leer las páginas interiores debe ser el equivalente al martirio de San Lorenzo, que fue asado a fuego lento en una parrilla.

ABC tiene la ventaja (o desventaja) de tener dos portadas —doble dosis. La primera página suele ser un póster con un solo tema. La segunda viene en la página 3 y se parece a las portadas de otros diarios. Hoy, en el póster, lo que se ve en el quiosco, dicen que al aplazar las elecciones "los independentistas burlan a Sánchez". Es verdad que retrasar las elecciones es una decisión grave, pero prevista y con precedentes, motivada por la grave crisis sanitaria, acordada por todos los grupos parlamentarios excepto uno, y de tipo más bien administrativo. El diario no explica que ha sido casi unánime porque invalidaría su titular y, ya sabes, la realidad no tiene que estropearte un buen titular.

En la página 3, en cambio, explican que la misma crisis sanitaria obliga a ocho autonomías (ellos escriben "regiones") a aplazar muchas operaciones, que España bate el récord de contagios, etcétera, cosa que no supone ninguna "burla" ni "desafío" ni nada atribuible a los pérfidos indepes. Les ha parecido más importante el aplazamiento electoral que la salud de las personas, ni que tenga la misma causa. Es cómico que ABC se contradiga tan abiertamente en las dos primeras páginas del diario. Quizás las editan equipos diferentes que no se hablan o algo. También hace pensar que si en las portadas ya no dan ni una ¿qué serà en las páginas siguientes?

El País hace lo contrario. Abre la portada con la crisis sanitaria y deja en un título secundario la cosa electoral catalana. En El Mundo dicen que hay un "clamor" para que Illa "salga de la parálisis". No, no es que pidan un milagro que cure al ministro, sino que intervenga más. En realidad quieren hacerle quedar mal de cara a las elecciones catalanas, donde Illa lleva el sombrero de candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. También dicen que la Generalitat "impone" el aplazamiento electoral. Siempre se puede tener más mala fe, pero este titular no va cojo: nadie "impone" lo que tiene potestad de hacer. Lo que pasa es que no le gusta al diario, que hace pasar su rabieta por una cacicada del Govern.

El Periódico lleva un simpático título sobre el aplazamiento electoral. "Elecciones el 30-M, por ahora", dice con una socarronería que otros verán como mala leche. El Punt Avui lleva una portada muy vistosa con las dos fechas de las elecciones. El Ara pasa con una portada administrativa y La Vanguardia, que siempre cubre todos los flancos, se cura en salud avisando que quizás se recurra el decreto del Govern, pues el PSC se ha enfadado mucho. Todo el mundo dice que el atraso perjudica el efecto sorpresa de presentar a Salvador Illa a última hora, porque somete su gestión al frente del ministerio de Sanidad al peor momento de la tercera oleada de la pandemia. Quizás. Cuando menos, lo expone a las portadas paranoicas de algunos diarios, como la de hoy de La Razón.

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