Hoy cada diario dice la suya y ninguno coincide, excepto si leemos lo que llaman el subtexto. Para hacértela corta, el subtexto es aquello que no se pronuncia expresamente (en una obra de teatro, un titular de diario…) pero que se expresa en el comportamiento de los personajes o del diario, las motivaciones, los sobrentendidos, etcétera. Es el significado escondido o menos obvio de lo que se dice o se muestra.
El subtexto de ABC, El Mundo o La Razón es casi siempre Sánchez fuera, elecciones ya. La gracia es descubrir la maniobra entre aquello que se dice y aquello que se quiere decir. Por desgracia, en el periodismo es necesario un actor o actores que actúen, no como el teatro —que también podría ser— sino un agente en sentido estricto. Que pasen cosas, vaya. Si no pasan cosas no solo no se puede explicar nada sino que, peor todavía, no se les puede atribuir una interpretación ni se pueden acomodar a un prejuicio, a un interés o a una manía.
¿Y si no pasa nada?
Si no pasa nada pueden aplicarse varias técnicas clásicas.
Una es fabricar una acción que todo el mundo pueda considerar verosímil o, mejor, que sea imposible desmentir. Es lo que hace hoy El Mundo. "El miedo a quedar fuera de las listas acalla la crítica en el PSOE", dice. El diario no informa de ningún hecho que justifique el titular, alguien que diga soy del PSOE, soy crítico con la dirección y no lo digo porque me echarán: tengo miedo. No tiene nada —si lo tuviera, lo diría, claro que sí. Sencillamente, se extraña de que solo dos baroncitos (García-Page, de Castilla-La Mancha, y Lambán, de Aragón) se hayan mostrado críticos con Pedro Sánchez y deduce que el resto, de más peso, no lo hacen porque tienen miedo. Porque es imposible que callen porque otorgan —o eso quiere hacerte creer ese diario.
El subtexto aquí es que Sánchez es un tirano y es inaudito que no se subleven contra él (porque se ha rendido a los indepes, claudica ante Torra, traiciona a España, bla, bla, bla). Como al texto no se habla de nadie, nadie saldrá a desmentirlo. Es buena maniobra, eh? Eso solo funciona si la mistificación original es verosímil, como es el caso: es frecuente y nadie se extraña de que las direcciones de los partidos favorezcan a los fieles y expulsen a los desleales.
Otra técnica es tomar los resultados de una encuesta, hacerlos pasar por la realidad y ancha es Castilla. Por definición, los resultados de las encuestas no son hechos reales sino una fotografía del momento y un, digamos, pronóstico. Eso es lo que hacen La Razón y ABC, dejando de lado, entre otras cosas, que, si todo va como es debido, las elecciones catalanas serán dentro de tres años y las españolas dentro de 18 meses, más o menos. Toda una vida.
El mensaje oculto de todo es que Sánchez no tiene fuerza dentro de su partido y sus aliados (Podemos y los indepes) pinchan. Esta semana saldrán más de dos y tres columnistas, tertulianos y todólogos diciéndolo, fabricando una realidad o un estado de ánimo basados en pronósticos gaseosos y en hechos no comprobables. Les servirá para seguir tocando la música del Sánchez fuera, elecciones ya, Torra caca, Iglesias fracasado. Es una plaga y más en estos días de Navidad. Qué se le va a hacer.
Este lunes, sin embargo, estamos de suerte. Hay otros diarios que hablan de hechos (El País, El Periódico, Ara) o que hacen interpretaciones basadas en hechos (La Vanguardia, Avui). Lo puedes comprobar en estas portadas:
