El Punt Avui recuerda con un par de palabras ("Mil días") cuál es el estado de la democracia española, una que mantiene encarcelados a Jordi Cuixart y a Jordi Sànchez, cuya libertad ha sido pedida por casi toda cuanta institución internacional entiende de protección efectiva de derechos y de justicia justa. Es el único diario que lo hace y, ni que fuera para criticarlo o regodearse, da pena que un acontecimiento tan significativo pase desapercibido, ignorado en las portadas del resto de diarios, especialmente de los catalanes.

Qué se la va a hacer. Un país donde el diario de referencia justifica en un subtítulo la prohibición de votar a algunos enfermos de la covid-19 porque sólo son 161, pues ya ves. Estaría bien saber a partir de qué cifra de individuos se debe protestar cuando arrancan un derecho civil tan nuclear como el del sufragio —o la libertad de expresión, en el caso de los Jordis, que sólo son dos. El caso es que aquellos 161 no podrán valorar en la urna si el gobierno (en este caso el vasco) que les ha arrancado el voto tiene o no su confianza. Ningún diario se queja mucho ni le parece escandaloso salvo a La Razón, con un titular pelín astracanada. Beh, si sólo son 161 ¿por qué deberíamos preocuparnos?

También estaría bien saber en función de qué condiciones o afectaciones individuales es admisible la supresión del voto. ¿Tienes una casa negra? No votas, por falta de empatía estética. ¿Tienes un coche de segunda mano? No votas, porque no contribuyes a mover la economía y, seguramente, contaminas más. ¿Eres indepe? No votas, porque para qué si no te interesa España.

Claro que todo eso es medio hiperbólico. Pero explica muchas cosas de un país que sea más fácil prohibir el voto de 116 enfermos en lugar de llevarles la urna a casa, con todas las precauciones, para demostrarles a ellos y a todos que de votar no se escapa uno fácilmente, que es el acto más valioso de participación política y que el país es capaz de hacer cualquier cosa para sostener este derecho. Quizás suena exagerado comparar esta prohibición fácil y comodona con la prisión cruel de los Jordis. Quizás no y resulta que una y otra provienen de la misma mentalidad insensible. Con permiso del rey emérito, claro.

EPA

Portada El Punt Avui de domingo 12 de junio del 2020

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Portada El País de domingo 12 de junio del 2020

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Portada La Razón de domingo 12 de junio del 2020

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Portada La Vanguardia de domingo 12 de junio del 2020

EPC

Portada El Periódico de domingo 12 de junio del 2020

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Portada Ara de domingo 12 de junio del 2020

EM

Portada El Mundo de domingo 12 de junio del 2020

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Portada ABC de domingo 12 de junio del 2020