Luis Enrique, asturiano y culé, el hombre que dio la última Champions al Barça ahora hace diez años, es el hombre del día; el arquitecto de la transformación del París Sant Germain, el club que este sábado saldó su deuda con la historia consiguiendo a su primera orejuda. Un trofeo largamente perseguido y que hasta ahora siempre se le había resistido, que llega después de años de multitudinarias inversiones de los petrodólares de Qatar y justo en la primera temporada de la era post-Mbappé, que dejó París para ir al Madrid en busca de la gloria y del Balón de Oro, y que ayer tuvo que ver el éxito de su exequipo por la televisión. Pero es que el fútbol tiene estas cosas, a veces se impone la justicia poética, y el triunfo de Luis Enrique estuvo rodeado también de la omnipresencia de su hija Xana, que falleció con solo nueve años por culpa de un osteosarcoma, y que junto con su padre dejó una imagen icónica en la celebración de triplete blaugrana en el 2015, ondeando una bandera mitad bandera y mitad blaugrana. La afición invocó el espíritu de la pequeña Xana recreando la escena en una versión PSG, y Luis Enrique quiso compartir el éxito con su hija luciendo una camiseta de aquel momento en el éxtasis de la celebración en el Allianz Arena, después de que su equipo se convirtió en campeón de Europa con la mayor diferencia de goles de la historia (0-5) en una final de Champions.
Los aficionados del Barça afrontaban esta final pensando que el equipo de Hansi Flick habría merecido estar allí, en Múnich, delante del PSG, y a medida que pasaban los minutos, la sensación de frustración fue aumentando al ver un Inter de Milán completamente superado, que ni tuvo la suerte ni el nivel futbolístico que mostró ante los blaugranas en las semifinales. Pero a pesar de la historia de desavenencias entre el Barça y el equipo parisino (Neymar, Dembélé, Qatar…), los culés tenían motivos para preferir una victoria del equipo de uno de los suyos, de Luis Enrique, que siempre ha presumido de barcelonismo, que ha arraigado en Catalunya con mujer e hijos catalanes, y además, también se añadía otro motivo de peso: que los madridistas tengan la sensación que ficharon a Mbappé, uno de los mejores jugadores del mundo, pero que, quizás es un jugador sin estrella y perseguido por la mala suerte.
En medio de las noticias sobre las cloacas del estado, los escándalos que asedian el PSOE y al gobierno de Pedro Sánchez o las políticas erráticas de Donald Trump, emerge el éxito de Luis Enrique, que está presente de una manera u otra en casi todas las portadas, aunque son El País y El Mundo quien más lo destacan con grandes fotografías. "Luis Enrique lleva al PSG a ganar espectacularmente su primera Champions", afirma el diario de Prisa, y "Luis Enrique lleva al PSG a su primera Champions después de una exhibición". También en clave deportiva, los diarios catalanes han preferido destacar más el Gran Premio de Fórmula 1 que este domingo se disputa al circuit de Montmeló.
