A la quinta va la vencida. Enhorabuena a La Vanguardia, único diario impreso que publica este jueves la noticia más esperada y desesperada: Junts y el PSOE han llegado a un acuerdo para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. ElNacional.cat ya lo había adelantado el miércoles por la noche. El País, que también hace una semana que dice que el acuerdo es mañana, no lo titula con tanta claridad y contundencia, igual que El Periódico —aunque este diario no había dado tanto la lata con la inminencia del pacto. Ara, que también venía anunciando día sí, día, también que el acuerdo ya estaba hecho, es otro que se ha comido la noticia. Lástima.
La carta del Comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, en qué pide al gobierno español "información detallada" sobre la sustancia y el alcance de la ley de amnistía habrá servido de bien poco si solo El Mundo, ABC y Ara lo usan como de título principal de portada. A los dos diarios madrileños les ha servido para esconder una noche más de disturbios ante la sede central del PSOE, en Madrid. Los dos capitanes del PP, Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, salieron este miércoles a distanciarse de las asonadas promovidas por la extrema derecha —desde Vox a militantes pronazis— y este par de diarios y La Razón han corrido a hacer lo mismo: de este tema no publican ni una línea en primera página. La Vanguardia, El País y Ara, en cambio, sí hablan de la cosa.
Los diarios que han titulado con la carta utilizan la expresión "pedir explicaciones", que da la impresión engañosa que la UE riñe al Gobierno. Hace unos años, Andreu Barnils hablaba de este concepto a propósito de unas fanfarronadas de Miquel Iceta y Ada Colau sobre los vips del procés presos. "Pedir explicaciones —escribía— es una expresión que delata y denota posición de poder. Diría, vaya, que es el padre quien pide explicaciones al hijo. El profesor, al alumno. El juez, al encausado. El policía, al conductor. Si a ti te piden explicaciones, seguramente, quiere decir que te encuentras en una situación frágil. Débil. Sin mucha salida". En realidad no es así en el caso de la amnistía si hacemos caso al artículo Las varas de medir del comisario Reynders, firmado por el veterano europeólogo Xavier Vidal-Folch en El País de este jueves. Cuenta por qué se trata de un hecho insólito, partidista y ajeno a las competencias del comisario, que no puede pedir cuentas ni exigir explicaciones sobre una ley que no existe. Por la misma razón, tampoco puede gritar en capítulo en el Gobierno, que todavía no ha hecho nada y está en funciones. Pero es lo que nos querrían hacer creer. Y no.
