Aunque algunas portadas no acaben de decirlo, la noticia del día es la aprobación de la ley de la amnistía en el Congreso de los Diputados. Para difuminarla o dejarla en un segundo plano, algunos diarios hacen contorsiones un poco extrañas, más allá de la típica de asociarla solo con Carles Puigdemont en lugar de los centenares de beneficiados por la medida. La Vanguardia, por ejemplo, abre portada con un tema muy interesante, pero de poca novedad: el gasto aplazado a causa de la prórroga de los presupuestos generales del Estado y los de la Generalitat. A ver, siempre que no se aprueban unos presupuestos, decaen todas las previsiones que contienen, que tienen que encauzarse por otras vías. El diario lo presenta con un deje de alarma y escándalo, como si las inversiones que menciona fueran a perderse para siempre. Hay alternativas para superar este olvido presupuestario sobrevenido. No hay que asustarse tanto. En fin, cada uno hace de su portada un sayo.
El Periódico abre con un anuncio inquietante y sensacional: Barcelona se quedará sin agua potable este verano. También asusta tanta contundencia… hasta que lees el subtítulo, que arranca con un condicional: “Si sigue sin llover…”. Ciertamente, si sigue sin llover, los grifos no manarán, y si el Dragon Rapide se hubiera estrellado en las montañas del Rif, Franco no habría acaudillado las tropas rebeldes. Etcétera. El País tampoco le pone mucha emoción y lleva un título de catálogo: la aprobación de la amnistía es el pistoletazo de salida de la campaña electoral catalana. La fotografía que acompaña al tema es administrativa y tópica, como las de La Vanguardia y El Periódico: los aplausos de los ocupantes del banco del gobierno español y de una parte de los escaños socialistas. Esas fotos podrían ser de cualquier día en el Congreso. Ara, sobre todo, y ABC, se han esforzado por publicar una imagen menos genérica, con la sustancia del hecho, donde se ve a los diputados de Junts y de Esquerra —más de Junts que de Esquerra— celebrando la cosa, todos muy risueños y satisfechos. Esa foto, aunque del tamaño de un sello, aparece incluso en La Razón. Las fotos oficialistas esconden a los verdaderos vencedores de la memorable sesión parlamentaria de ayer.
Los diarios que se enredan para no publicar grande el hecho concreto de la aprobación acaban haciendo de sus títulos principales un embrollo, un cafarnaún del periodismo-ficción. La Razón, por ejemplo, afirma que Carles Puigdemont “dejará caer” a Sánchez si no consigue el Govern. Las fuentes con que el diario del Grupo Planeta acredita ese título son “el entorno del presidente”, es decir, su imaginación, y quizás la falta de respecto a las elecciones, donde decide el voto de la gente y no las fabulaciones de un diario. ABC fabrica una conjura entre ERC y Sánchez —como siempre, nunca habla del PSOE— para frenar a "un Puigdemont crecido". ¿Cómo se entiende, si esa pareja de baile son rivales directos en las elecciones al Parlament de Catalunya? El Mundo, en su título grande de portada, repite concepto: los catalanes son unos engañadores que consideran la amnistía una estación intermedia en la ruta hacia la independencia. Este viernes, el Trío de la Bencina no va sincronizado salvo en un hecho: el protagonista de sus portadas vuelve a ser el presidente exiliado. Es una fijación.
