No hay semana en la que no aparezcan nuevas informaciones sobre la operación Catalunya, que es la conspiración policial impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy con el objetivo de frenar el independentismo a partir de pruebas falsas, manipulaciones, informes irregulares e infiltraciones, entre otros. Este lunes, RAC1 hace público que ha descubierto que la policía patriótica engañó a la agencia federal norteamericana, el FBI, para que participara en la operación Catalunya.

El topo, un catalán acusado de narcotráfico

El encargado de esta manipulación fue la cara más conocida de la policía patriótica, el excomisario de la policía española José Manuel Villarejo, quien maniobró para que una de sus fuentes en la guerra sucia contra el independentismo, un catalán acusado de narcotráfico, acabara trabajando como fuente protegida del FBI. Así pues, España tenía dentro de la agencia estadounidense a un infiltrado que podía intoxicar a las autoridades de Estados Unidos con información falsa para motivar investigaciones contra el independentismo.

El món a RAC1 ha tenido acceso a una serie de mails que relatan la relación entre el excomisario y el agente Marc Varry, que era el enviado del FBI a España. La relación entre Varry y Villarejo era antigua pero se reforzó en 2012, cuando empieza la operación Catalunya y cuando Villarejo, a través de Varry, consigue endosar a uno de sus confidentes como fuente protegida de la agencia de EE.UU. El topo era José Maria Clemente Marcet, un financiero catalán acusado de narcotráfico. Clemente era confidente de Villarejo y le había proporcionado información sobre la presunta financiación irregular de Convergència i Unió y sobre la familia Pujol.

Las maniobras de Villarejo con el FBI

El financiero catalán llegó a ser confidente del FBI gracias a Villarejo, según se desprende de unos mails del verano de 2013. En uno de ellos, un agente del FBI llamado Mike Visted, subordinado de Marc Varry, comunica al abogado de Clemente Marcet, Eric Friedman, qué condiciones tendrá que seguir su cliente en cuanto se convierta en confidente de la agencia federal norteamericana. Entre las condiciones están "aportar información veraz, que la colaboración es voluntaria y que el FBI no le autoriza a llevar a cabo ningún tipo de actividad ilegal". En otro correo que Marcet envía al excomisario, con fecha de 17 de julio de 2013, el financiero deja claro que la operación solo llegará a buen puerto si Villarejo da su visto bueno y añade que "le hará llegar toda la información facilitada a EE.UU.". En el mail, Marcet también deja clara la buena relación entre Villarejo y el enviado del FBI en España, ya que se refiere a él como "tu amigo Marc".

Marcet y la investigación contra Rosell

Las fuentes consultadas por RAC1 apuntan a que Marcet habría sido uno de los confidentes que habría convencido al FBI, por ejemplo, de que había que investigar a Sandro Rosell en un caso de corrupción deportiva, el llamado Fifa Gate. El agente del FBI que hacía el seguimiento de Marcet era el ya conocido Marc Varry, que también fue el policía que las autoridades norteamericanas designaron para que representara a Estados Unidos en los registros que se efectuaron en España, tal y como demuestran los documentos a los que también ha tenido acceso El món a RAC1. Esa investigación acabó en nada, pero dos años después Rosell fue detenido.

Sandro Rosell ha ido este lunes por la mañana a RAC1 y ha señalado que está "muy indignado, pero no pararé, iré hasta el final", y ha añadido que "con estas pruebas que habéis sacado hoy nos ayudará a defender lo que llevamos defendiendo desde de hace años, aunque parece que no va a servir de otra cosa que otro juzgado diga que no". Rosell ha dicho que "al salir de aquí voy a presentar una querella".

Más intoxicaciones al FBI

Además de la infiltración de Clemente, la policía patriótica también habría utilizado informes policiales llenos de fabulaciones para alertar a Estados Unidos de que el independentismo flirteaba con el islamismo radical. Los correos electrónicos revelan que las cloacas del estado intentaron convencer al FBI de que el independentismo catalán representaba una amenaza porque confraternizaba con marroquíes radicalizados.