Pedro Sánchez se ha basado en el enquistamiento del conflicto en el Sáhara Occidental para justificar su viraje: enterrar la autodeterminación y avalar la propuesta marroquí de autonomía de 2007. La respuesta de sus socios de gobierno no se ha hecho esperar: esta propuesta "dudosamente" resolverá el contencioso. Es más, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, ha acusado a la parte socialista de abandonar su programa electoral y alinearse con la posición impulsada por el expresidente norteamericano Donald Trump. "Pensamos que es difícil de justificar", ha rematado.

El presidente del Gobierno ha acumulado varias comparecencias en una sola, en un discurso de una hora y cuarto de duración. Y hacia el final ha abordado la nueva relación con Marruecos y la cuestión del Sáhara Occidental, que ha hecho aflorar nuevas discrepancias dentro del ejecutivo central. Por una parte, ha defendido que la relación con Rabat es "estratégica" e "indispensable", y ha recordado cómo el PSOE, desde la oposición, dio apoyo al gobierno de Aznar en la crisis de Perejil de 2002. El nuevo entendimiento con Marruecos, ha remachado, permitirá "garantizar un territorio seguro" y una frontera que controle los flujos migratorios. Por otra parte, sobre el Sáhara Occidental, ha insistido en una misma idea: "Superar un conflicto que lleva más de cuatro décadas enquistado y siempre dentro del Marco de Naciones Unidas".

En el turno de réplica, Pablo Echenique ha admitido que su intervención de hoy era "compleja" pero ha quitado hierro a las discrepancias, que son normales en un gobierno de coalición. Y ante la negación de Sánchez de un viraje, ha planteado que hay dos posibles posiciones. La primera, que "defiende la libre determinación" del pueblo saharaui y que es "la posición de las Naciones Unidas, de Unidas Podemos y que figura en el programa electoral del PSOE". La segunda, que "prefiere que el Sáhara sea una provincia más del régimen marroquí con un nivel de autonomía para definir". Ha recordado que esta segunda "es la posición que definió Trump" y que ahora, lamentablemente, ha comprado el Gobierno.

"Lamentablemente, ha habido un cambio de posición y pensamos que es difícil de justificar", ha rebatido Echenique, que ha remarcado que habla "con toda la lealtad". Lo ha comparado con la situación de Ucrania: "En estos momentos un régimen autocrático y autoritario ha invadido un país más pequeño, está violando derechos humanos y todo Occidente está de acuerdo en que no son justas sus reclamaciones de soberanía". Y ha desmentido los argumentos pragmáticos del presidente del Gobierno: "Es dudoso que la solución de autonomía lo resuelva. Sólo hay un precedente, el de Eritrea, que salió muy mal".

También ha sido crítico el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, que se ha expresado a través de Twitter: "Señor Sánchez, el plan de Mohamed VI con el pueblo saharaui es igual de 'serio y creíble' como el de Putin con el ucraniano. La 'unidad' que reclama no se puede construir de espalda a los derechos humanos y a la ONU".