"Catalunya tiene previsto celebrar una votación sobre la independencia tanto si España lo permite como si no". Bajo este titular la prestigiosa británica The Economist vuelve a hablar este miércoles del referéndum catalán previsto para el 1 de octubre. Remontándose al acto que el Govern celebró en el Teatro Nacional de Catalunya (TNC) la semana pasada para explicar las leyes del referéndum, la revista da un repaso de las posiciones de los ejecutivos catalán y español de cara a la consulta.

Asegura que el Govern tiene previsto celebrar el referéndum de todas formas (pactado o no), mientras el presidente español, Mariano Rajoy, repite que la consulta no tendrá lugar y que es "un delirio autoritario". Además, da un repaso de la evolución del movimiento independentista, especialmente de los pasados cinco años, y recuerda la sentencia del TC sobre el Estatuto de autonomía como un hecho determinante en este proceso.

El artículo, firmado desde Madrid, considera que la legislación española, pero también la internacional, está en contra de los planes de Puigdemont. En este sentido, recuerda que la Carta Magna española considera la soberanía española "indisoluble" y también que el Consejo de Europa —a través de la Comisión de Venecia— dictaminó que el referéndum se tiene que llevar a cabo "en plena conformidad con la Constitución".

Con respecto a las posibles actuaciones del Gobierno para detener el proceso, el artículo habla del artículo 155 como una posibilidad para pararlo, aunque también asegura que eso traería una "rebelión en las calles", por lo que prevé que Rajoy optará por los tribunales para detener el referéndum catalán.

El artículo también recuerda la destitución del conseller Jordi Baiget por expresar dudas sobre el referéndum, y sus palabras sobre no poner en riesgo su patrimonio personal. En este punto, The Economist asegura que la respuesta de Rajoy es "poco imaginativa" pero sí "efectiva", porque considera que está provocando tensiones en el ejecutivo catalán. Ahora bien, también sentencia que aunque la respuesta española "es rentable en el resto de España", también "ignora el descontento de Catalunya". Por eso, pronostica que quizás para mantener la unidad hará falta repensar las disposiciones constitucionales actuales.