El president de la Generalitat, Pere Aragonès, sigue apostando por la mesa de diálogo entre el Govern de Catalunya y el de España para resolver el conflicto político, aunque desde la otra lado la han liquidado en varias ocasiones, asegurando que esta no es necesaria ya que la situación se ha normalizado. Por este motivo, y aunque en el 2023 es un año doblemente electoral, por las municipales y autonómicas en algunos territorios en el mes de mayo y antes de final de año las generales, Aragonès ha reclamado a Pedro Sánchez "no arriar la bandera de diálogo" a pesar de los comicios y que convoque la mesa este año: "Nosotros estamos en plena disposición para las reuniones que haga falta y avanzar en la resolución del conflicto", ha insistido el president en una entrevista en Efe. El pasado mes de septiembre, la secretaría general de su partido, Marta Rovira, reconocía que era difícil que en el 2023 hubiera una reunión por los intereses electorales del PSOE, y reclamaba una reunión antes que acabara en el 2022 que no se produjo nunca. El último encuentro entre el gobierno catalán y el español tuvo lugar a finales de julio del 2022.

"Pedro Sánchez tendrá que dar explicaciones de por qué no quiere dialogar"

Con todo, Aragonès considera que la mesa de diálogo no tendría que quedar en punto muerto este 2023, a pesar de ser un año marcado por las diferentes elecciones, ya que "el diálogo no tendría que estar sometido a incentivos de táctica política de los partidos". "Que los presidentes puedan dialogar, reunirse, llegar a acuerdos y abordar el conflicto no tendría que estar acondicionado por intereses a corto plazo y electorales. Para mí, no lo está", ha reflexionado el president de la Generalitat. En este contexto, ha querido enviar un mensaje a la Moncloa: "Si Pedro Sánchez, que ha hecho bandera del diálogo y de la mano tendida, ahora esconde, retira y estropea esta bandera del diálogo porque tiene elecciones municipales y autonómicas, tendrá que dar explicaciones de por qué no quiere dialogar". Aunque el presidente del Gobierno no ha hecho referencia a esta cuestión en concreto en las últimas semanas, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha afirmado recientemente que no había ninguna fecha prevista porque "hay un diálogo permanente" entre ambas administraciones. La mesa se ha vuelto así innecesaria para el Gobierno.

Centrado en su Acuerdo de Claridad

Independiente del futuro de la mesa de diálogo, tanto con Pedro Sánchez como presidente como en el caso de que haya una coalición entre PP y Vox tras las próximas elecciones generales de final de año, Aragonès ha explicado a Efe que tiene previsto centrar sus esfuerzos en la propuesta de "acuerdo de claridad", que anunció el pasado mes de septiembre pero que todavía no ha detallado. Esta tendrá que seguir la vía canadiense con el Quebec, para pactar las condiciones mínimas para celebrar una eventual consulta de autodeterminación en Catalunya. Antes de intentar pactar esta consulta con el Estado, Aragonès pretende sumar fuerzas a Catalunya mediante un gran acuerdo con agentes políticos, sociales, económicos, sindicales y culturales que sirva para fijar las condiciones concretas de este referéndum.

Aragonès reclama a los partidos que posicionen

Una vez estos trabajos estén "suficientemente maduros", se iniciarán los contactos con fuerzas políticas catalanas, hecho que según Aragonès no pasará hasta después del 28 de mayo, para no interferir en las elecciones. En un contexto de campaña -ha argumentado- es difícil tener las condiciones para un debate tan trascendental como este. Una parte de los trabajos se tendrán que dejar para una fecha posterior a las municipales, pero no se pueden retrasar en exceso. Su voluntad, asegura, es conseguir "grandes acuerdos" en el Parlament, aunque partidos como el PSC, CUP o Junts avanzaron ya su oposición frontal a esta propuesta, con respecto a la cual solo los comunes han mostrado predisposición. Aun así, ha querido restar importancia a estas negativas, ya que no ha habido "oportunidad" todavía de debatir en profundidad" su propuesta.

Así, se ha dirigido directamente a los tres partidos: "¿Qué piensa al PSC sobre el futuro de Catalunya? ¿Les parece bien el Estatuto recortado? ¿Seguirán negándose a un referéndum aunque haya una mayoría más amplia en el Parlamento? ¿Y qué propuesta hace Junts? ¿Continuamos sin hoja de ruta y estancados? Porque el problema de la estrategia de confrontación es que nunca hemos sabido del todo en qué consiste", ha dicho Aragonès, que también ha sugerido a la CUP que su defensa de un referéndum con "conexión" internacional encaja perfectamente con el acuerdo de claridad.