Pedro Sánchez, presidente del Estado español, se ha mostrado comprometido con el cambio radical que impulsó su gobierno con respecto a la posición de España con respecto al Sáhara Occidental, alineándose con Marruecos por primera vez en esta cuestión. A pesar de las críticas y las consecuencias diplomáticas que tuvo esta decisión, Sánchez no ha retrocedido, es más, se ha reafirmado en su posición. Tanto es así que en su intervención ante la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el presidente español ha reiterado su compromiso en la vía marroquí.

"No podemos arrastrar conflictos del siglo pasado y con respecto a una zona muy importante para España, como es el Sáhara Occidental, España apoya una situación política mutuamente aceptable en el marco de la carta de la ONU", ha asegurado en Nueva York. Sánchez ha afirmado que para conseguir esta "política mutuamente aceptable" hace falta la tarea "fundamental" del enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas en el Sáhara, Staffan de Mistura. "Cuenta con el apoyo total del Gobierno de España", ha subrayado al presidente español.

Además, Sánchez ha afirmado que el Estado español seguirá apoyando a la población saharaui en los campamentos "como ha hecho siempre, siendo el principal donante internacional de ayuda humanitaria a los campamentos de refugiados saharauis." A pesar de la seguridad con la cual ha defendido la nueva postura diplomática española, ha pasado de puntillas por la complicidad con el Marruecos que esta supone.

Mención a la invasión rusa en Ucrania

La escalada bélica que ha anunciado Vladímir Putin, presidente de Rusia, al anunciar hace unos días la movilización de parte de su población, ha cernido por esta Asamblea anual de la ONU. Muchos líderes se han pronunciado y el presidente español ha sido uno más. Ha criticado Putin para continuar "en una especie de huida hacia adelante" con "declaraciones totalmente inaceptables". En concreto, ha apuntado a los referéndums convocados a las zonas ocupadas por los rusos: "Estos falsos referéndums constituirían una nueva violación de la legalidad internacional. Su resultado nunca será reconocido y seguiremos apoyando la libertad, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania". Sánchez no es lo único que ya mostrado su preocupación por estos comicios impuestos por Moscú, ya que pueden servir a Putin para reafirmar su posición.

La incertidumbre y el miedo a que la cronificación de esta guerra arrastra también ha tenido un papel destacado en el discurso del socialista. "Esta guerra coge al pueblo soberano de Ucrania su legítimo derecho a existir y hacerlo en paz y en libertad. Y condena el mundo entero a adentrarse en una era de incertidumbre cuando estábamos en las puertas de una era de optimismo", ha lamentado.