La candidatura de consenso del PDeCAT, encabezada por David Bonvehí, ha conseguido el 65,27% de votos a favor, mientras que la candidatura de militantes, encabezada por David Torrents, que se ha presentado en el último momento para protestar porque las listas estaban cerradas y bloqueadas, ha recogido el 28,9%.

En contraste con este resultado, para la comisión delegada, que se tiene que encargar de la transición del partido hacia la Crida Nacional per la República de Carles Puigdemont, el apoyo ha sido mucho más contundente y ha sumado el 93,9% de votos a favor, el 4,12% en contra y el 1,9% de abstenciones.

Este es el resultado final de una asamblea en que el pulso entre la coordinadora general, Marta Pascal, y el president Carles Puigdemont se ha cerrado con la retirada de la hasta ahora líder del partido y la apuesta de la formación por responder positivamente a la Crida Nacional que impulsa el president.

Con todo, el enfrentamiento entre los dos sectores ha provocado momentos de fuerte tensión también en los debates de la ponencia y en el mismo plenario. Como resultado, los dirigentes afines a Pascal han conseguido frenar el intento de los críticos de rebajar el régimen de incompatibilidades, lo que ha impedido que los hombres fuertes de Puigdemont que tenían que incorporarse a la nueva dirección, los consellers Damià Calvet y Miquel Buch y el responsable del grupo de JxCat, Albert Batet, hayan podido entrar a la ejecutiva.

Todo ello ha provocado malestar entre los militantes, que se ha expresado a través de la candidatura impulsada en el último momento por representantes de la Regió 1. Habían dejado claro que en caso de conseguir la mayoría renunciarían y convocarían una nueva asamblea.