El histórico militante comunista Guillem Agulló i Lázaro, padre del antifascista valenciano Guillem Agulló i Salvador, asesinado en 1993 por un grupo fascista, ha escrito una carta como respuesta al discurso que Joan Coscubiela pronunció en el Parlament de Catalunya. Agulló recuerda a Coscubiela que el derecho de autodeterminación es una reivindicación histórica de las izquierdas y afirma sentirse escandalizado por su discurso.

 

El día 7 de septiembre, vi con mucha atención tu parlamento en las Cortes Catalanas, escuchando con perplejidad alguna de las cosas que te voy a referir a continuación. Primero quisiera que supieses que yo me siento comunista convencido y que el derecho a la autodeterminación de los pueblos es un derecho fundamental que el comunismo siempre ha defendido.

Me sorprendí tanto con tus palabras como al ver cómo te aplaudía la derecha y cierta izquierda españolista representada en el Parlamento Catalán, que no puedo dejar de escribir estas notas para recordarte lo que representa esa izquierda y derecha españolista y como nos negaban las libertades por las que luchábamos nosotros, los comunistas, movimiento del que tú también vienes. Como también sabes, el eurocomunismo hablaba de una Europa de los pueblos que era la parte más dinámica de la democracia, cosa que tú niegas en tu discurso. También que la lucha popular de los pueblos siempre ha ido por delante de las leyes que han querido hacer claudicar a los ciudadanos. Por lo tanto, no hay ninguna discusión que, en la práctica diaria de la lucha, está la solución.

Pero si realmente me escandalizó tu discurso es cuando dijiste que no estabas dispuesto a qué tu hijo Daniel viva en un país en lo que la mayoría pueda tapar los derechos de los que no piensan como ella. Quizás no te das cuenta que cuando dices eso, a pesar de que las citaste, te has olvidado de las víctimas del estado que ahora defiendes. Estado heredero de los que fusilaron a los compatriotas republicanos. De la vieja impunidad, vigente todavía.

Y aquí entro yo, cuando me pregunto si mi hijo no tenía el mismo derecho que el tuyo a defender sus ideas. Derecho que le negaron segándole la vida por ser independentista, antirracista y antifascista. Y son esas mayorías las que nos han negado con la muerte, que pensemos libremente, y esa mayoría independentista en la que tú te refieres será la garantía y la primera defensora de que las minorías puedan vivir respetadas democráticamente. Nunca querremos para los otros lo que nosotros hemos sufrido. Nunca. En ningún sitio. Contra nadie.

Y yo, personalmente, saldré en defensa de las minorías siempre que haya una injusticia. Te lo prometo.