Òmnium Cultural ha organizado este sábado una 'botifarrada suprema' en el barrio del Poblenou de Barcelona para protestar de forma irónica contra los que "quieren limitar la forma de ser de los catalanes y el ejercicio de la libertad de expresión, el derecho de manifestación o el derecho a la autodeterminación".
El vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, ha explicado que el acto es una reacción al hecho de que durante el interrogatorio del fiscal a Jordi Cuixart en el Supremo se pusiera en duda la organización de botifarrades, y por eso ha asegurado que cada vez que se ponga en duda un derecho, lo ejercerán todavía con más fuerza. Por eso, Òmnium ha convocado para a lo largo de este año un millar de actos similares, después de anunciar que esta misma semana ha superado los 160.000 socios.
Si el fiscal considera una botifarrada un acto de rebelión o sedición, nosotros haremos por todas partes. Hoy en el Poblenou hacemos la primera Botifarrada Suprema pic.twitter.com/ybyGkgR0zh
— Òmnium Cultural (@omnium) 9 de marzo de 2019
Mauri ha explicado que el acto sirve para evidenciar que el juicio en el Supremo se basa en "mentiras, mails, tuits, anécdotas", limita el derecho de defensa y persigue las libertades. El vicepresidente de la entidad también ha criticado al exdelegado del Gobierno en Catalunya Enric Millo por "decir mentiras al Supremo y a las redes" que se le han girado en contra, al decir que Cuixart quería bloquear a la comitiva judicial el 20-S. Eso, según Mauri, demuestra la "poca calidad política y humana" de Millo.
Mauri no ha querido valorar concretamente a los candidatos de los partidos independentistas a las próximas elecciones, que considera que deben ser las "mejores" que han encontrado las formaciones, pero les pide "unidad estratégica" y espera que tengan unos "grandes resultados".
Sobre la multa de la Audiencia Nacional en la ANC, Mauri ha dicho que Òmnium también ha recibido históricamente algunas sanciones y siguiendo el principio de desobediencia civil han decidido no pagar las multas.
Las botifarrades supremas, que empiezan este sábado enmarcadas en la campaña Juicio a la Democracia, llegan después del interrogatorio del fiscal Jaime Moreno a Jordi Cuixart donde el fiscal preguntó insistentemente por las botifarrades mencionadas por el presidente de Òmnium Cultural en un correo electrónico interno de la entidad de agosto del 2017. El correo preveía una partida de 500.000 euros por una campaña de sensibilización contra el 12 de octubre que no se llegó a celebrar y que incluía, entre otras acciones, hacer "botifarrades".
En una plaza ante el teatro se ha celebrado posteriormente una conversación sobre la vulneración de derechos fundamentales con Irene Escorihuela, directora del Observatorio DESC, la monja teresiana dedicada a personas en riesgo de exclusión social Victòria Molins, y el mismo Marcel Mauri, y moderada por la abogada Núria Arnau, directora de Ràdio La Mina. Posteriormente se ha celebrado la botifarrada popular en la misma plaza con unos 300 comensales.