Pocas horas antes que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, declare este martes ante el Tribunal Supremo por el juicio contra el 1-O, la junta de la entidad soberanista se ha acompañado de representantes de la sociedad civil para emplazar a las instituciones estatales a "rectificar" a favor de la absolución y la negociación política y para reivindicarse como "baluarte en defensa de las libertades".

Así lo ha defendido el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, al hacer lectura de una declaración institucional este lunes por la tarde en la sede de la entidad. Y al comprometerse con los derechos fundamentales y la autodeterminación, Òmnium ha reclamado ser "baluarte" delante de quien considera "intolerante, represor y una extrema derecha que [...] marca el ritmo político y judicial en el Estado". En este contexto, Mauri ha apelado "al orgullo" de tener Cuixart por presidente y le ha trasladado apoyo: "Estamos aquí a tu lado".

Horas antes que Cuixart, y también la expresidenta del Parlamento, Carme Forcadell, declaren en el Supremo, Òmnium ha advertido que sentar a su presidente en el banquillo de los acusados es situar "a las 140.192 personas" que forman parte de esta entidad. "Todos nos sentimos juzgados en esta causa general", afirma la declaración que ha leído Mauri y en que se advierte que la justicia está "injertada de franquismo".

En el texto también se asegura de que las acusaciones contra los dirigentes políticos procesados "no tienen ningún fundamento", y lo defienden así porque lo sostienen, dicen, "las principales organizaciones internacionales de derechos humanos". En el breve acto de este lunes por la tarde en el patio de la sede de la entidad en Barcelona, Òmnium también ha asegurado que "no renunciará nunca a avanzar con grandes consensos como un solo pueblo ni a compartir con la ciudadanía el proyecto de un país justo, culto y libre".

Al lado de Mauri, una cuarentena de personas han dado apoyo a la junta de la entidad en la lectura de la declaración institucional. Entre los asistentes estaban los expresidentes del Parlamento Joan Rigol, Núria de Gispert y Ernest Benach; así como los líderes de CCOO y UGT, Javier Pacheco y Camil Ros; el vicepresidente de la ANC; Pep Cruanyes; la escritora Sílvia Soler; Joan Caball, de Unió de Pagesos y el músico Roger Español, herido el 1-O por una bala de goma en el ojo. También había el músico y exdiputado Lluís Llach; la abogada Magda Oranich y la productora y directora Isona Passola; así como el actor David Selvas; la activista e historiadora Anna Sallés; Eduard Vallory, del centro UNESCO, y la editora Esther Pujol, entre otros.