El presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, ha afirmado este jueves que la sede social no volverá a Catalunya a menos que haya una "razón muy de peso" que por ahora no existe. Oliu ha afirmado que se siente "muy cómodo" en Alacant, donde ha recordado que el banco es líder en cuota de mercado mientras que en Catalunya es el cuarto.

"No me siento exiliado, me sentiría exiliado si tuviera que vivir fuera de España", ha añadido. Aunque la cifra de depósitos del banco creció en 1.200 millones de euros el cuarto trimestre del 2017, Oliu ha admitido que hubiera aumentado más si no hubiera sido por el "nerviosismo" que se vivió el mes de octubre, sobre todo en Catalunya. También ha asegurado que "no hubo boicot" hacia el Sabadell y que "la recuperación del banco" empezó después del traslado de domicilio fiscal.

"Estamos cómodos teniendo en Barcelona el centro corporativo principal y estando también en Madrid", ha añadido también Oliu, que ha dado por "agotado" el asunto del traslado de la sede social. Haciendo balance de la decisión del banco de cambiar el domicilio social en Madrid, Oliu ha afirmado que "el hecho del cambio de domicilio era una especie de as en la manga que teníamos por si ocurría lo que ocurrió".

Por otra parte, Oliu ha remarcado que no hubo "boicot", sino más bien una reacción de nerviosismo de la clientela, y con respecto a las llamadas cuentas espejo, es decir, en las abiertas por clientes catalanes en otras comunidades, ha asegurado que no tenía datos y ha remarcado que todos estos ingresos quedan en definitiva "dentro del banco".