Hasta nueve exconsellers de Cultura han cerrado filas este jueves en el Col·legi de Periodistes a Barcelona a Barcelona para rechazar el traslado de las obras de Sixena del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Los exconsellers Àngels Ponsa, Mariàngela Vilallonga, Laura Borràs, Lluís Puig, Santi Vila, Joan Manuel Tresserras, Ferran Mascarell, Caterina Mieras y Joan Guitart han firmado un manifiesto en el cual subraya la defensa ante los tribunales y las instituciones internacionales de las pinturas del museo que "las salvó y las acoge". "Hay que evitar un traslado que podría suponer la pérdida irreparable de una obra maestra del patrimonio cultural", dice el manifiesto firmado por los nueve exconsellers, que no cuenta con la firma de la última exconsellera Natàlia Garriga ni tampoco los dos exconsellers Joan Maria Pujals y Jordi Vilajoana.

Los exconsellers manifiestan su posicionamiento después de la sentencia del Tribunal Supremo que ordena el traslado de las pinturas morales. "Fruto de la experiencia al frente del Departament de Cultura y atendiendo criterios técnicos y de conservación del patrimonio común queremos hacer constar nuestra posición a favor que estas pinturas continúen en el MNAC", subrayan los extitulares de Cultura, que reivindican que las pinturas murales de Sijena son un testimonio único del románico europeo y son unas obras extremadamente frágiles. "No pueden ser trasladadas sin sufrir daños irreparables", advierten.

 

Reivindican el trabajo del MNAC

Con todo, los exconsellers reivindican que el MNAC es uno de los "pilares fundamentales" del país, junto con sus colecciones que "permiten comprender y conocer la evolución de las artes catalanas desde la edad media hasta el siglo XX". De hecho, destacan sobre todo la colección de arte románico, que es considerada una de las más completas del mundo. "Las pinturas murales de Sijena son un buen ejemplo de la importancia del fondo de arte del museo y un testimonio excepcional del arte románico que se conserva", reivindican. Los exconsellers también denuncian que la sentencia del Supremo no tiene en cuenta "criterios históricos, ni técnicos ni científicos". "No ha atendido los argumentos de legitimidad de la parte catalana", aseguran.

En este contexto, consideran que el MNAC ha tenido un papel decisivo en el rescate y ha garantizado la conservación durante décadas. "Han sido preservadas con las máximas garantías y se han hecho accesibles a toda la ciudadanía. Costaría encontrar ejemplos de intervención responsable y transparente en la preservación del patrimonio artístico que fueran equiparables", advierten, que tildan de "peligroso" su desplazamiento.

Asimismo, los exconsellers trasladan su apoyo al MNAC como institución cultural "de referencia internacional" y defienden el principio fundamental de preservar la obra por encima de la titularidad o propiedad. "Como en el caso de las piezas del Museo de Lleida, la incorporación al conjunto patrimonial bajo custodia catalana de piezas procedentes del territorio de administración aragonesa es muy anterior a la segregación política de una parte del obispado de Lleida, dentro del cual estaban originalmente las obras", aseguran los extitulares de Cultura. De hecho, también ponen de manifiesto que el rescate y los acuerdos con la orden religiosa que era el titular fueron "totalmente legítimos y orientados a la preservación de las obras". "Por eso, en ningún momento previo a la segregación del obispado de Lleida el gobierno aragonés planteó ninguna causa al respecto"; aseguran.

Objeción de conciencia

Los exconsellers también han planteado la opción de la objeción de conciencia para evitar el traslado de las obras. "No nos pueden obligar a hacer una cosa que va en contra a la razón por la cual trabajamos", ha dicho la exconsellera Laura Borràs, que considera la sentencia del Supremo como una muestra de "lawfare artístico" y de "catalanofobia institucional". Todos ellos han hecho un llamamiento al "sentido común" y a hacer prevalecer los criterios científicos a los políticos. "El argumento que científicamente no se puede trasladar la obra está por encima de la propiedad en el ámbito europeo es sagrado", ha argumentado el ex consejero Caterina Mieras. Con todo, han recordado cómo, durante el 155, no se pudo evitar que se llevaran las 111 piezas del Museo de Lleida, mientras que Ferran Mascarell considera que el traslado de las obras tiene el objetivo de "deslegitimar la catalanidad". "Se ha planteado a menudo por parte del gobierno aragonés como si se hubiera producido en el pasado algún expolio, pero las pinturas fueron objetos de asalto e incendio fueron rescatadas, preservadas y llevadas de la mejor forma posible con un acuerdo entre las autoridades y la orden de monjas", ha recordado el ex consejero Tresserras.