El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ganó las primarias de su formación prometiendo "un cambio de rumbo" en la política española, pero dos semanas después el diputado número 85 de los socialistas será la clave de bóveda para que Mariano Rajoy apruebe los presupuestos generales del 2017. Nueva Canarias y el gobierno firmarán este martes por la tarde un acuerdo en la Moncloa, a cambio del  de Pedro Quevedo. Este concurrió a las elecciones en coalición con el PSOE, pero los 200 millones prometidos son suficientes para que el miércoles Rajoy obtenga los 176 votos afirmativos.

El ejecutivo central se ha volcado a lo largo de las últimas semanas con Quevedo. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, se habrían reunido durante casi seis horas para sellar el trato. La misma Santamaría aludía el lunes al esfuerzo negociador, que también habría costado "algunas noches". Así y todo, el acuerdo con Ciudadanos, PNV, Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias, Coalición Canaria y NC sirven a Santamaría para alabar la "capacidad de llegar a acuerdos" de la Moncloa y del PP.

La cuestión es que Quevedo necesitaba desmarcarse de las cesiones que Rajoy hizo a Coalición Canaria, a cambio de su "sí" en la investidura, pues ambos compiten electoralmente en las Islas. Así ha sido con medidas de un valor de 204 millones más hasta finales de año. Son el aumento de la bonificación al transporte de pasajeros entre islas al 75%, y del 100% para el transporte de mercancías de puertos y aeropuertos interinsulares y con la península; o el pago total del Posei adicional por parte de la Administración estatal; así como más dinero en empleo, asuntos sociales o violencia de género.

La paz reina ahora entre los socios canarios de los populares -NC y CC-, pero Cs se tendrá que poner la venda en los ojos para tragarse el trato. El Ministerio de Energía habría aceptado que se eliminara el impuesto al sol en Canarias, según informó el partido de Quevedo hace unos días. Es más, cualquier instalación al respecto no pagará ningún peaje hasta el 2022. El hecho es que el Ejecutivo siempre ha estado en contra de suprimir dicho impuesto, como la formación de Albert Rivera reivindicó junto a la oposición hace unos meses. Finalmente, sin embargo, se vio obligada a ponerse del lado de Rajoy.

Ahora bien, el presidente de NC, Román Rodríguez, quien negoció acompañado de Fermín Delgado, está sastisfecho y se defiende con que llevaron a la mesa de negociación condiciones que les parecían "exigibles" para dar apoyo a los presupuestos. Por eso, entre las peticiones políticas para su  está la finalización de la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía en las Cortes Generales, la mejora de proporcionalidad electoral en las islas y la entrada en vigor del nuevo sistema electoral en el 2019 y la desvinculación de los ingresos del REF del sistema de financiación.

Podemos se afila los colmillos, mientras al PSOE no parece causarle un perjuicio el trato, –aunque Quevedo es el diputado 85 de su lista en el Congreso, que está inscrito en el Grupo Mixto. El portavoz José Luis Ábalos reivindicó la "plena autonomía" del canario para negociar sus acuerdos presupuestarios, ya que su compromiso con Ferraz sólo pasaría por dar apoyo a la investidura de un candidato socialista. Así y todo, Ábalos no se privó de criticar que NC barra hacia casa. "Este diputado es también de una formación nacionalista, así que nada extraño", dijo. Además, Compromís –confluencia de la formación morada– goza de la misma autonomía dentro del parlamento español.

De esa forma, el ejecutivo central se asegura un debate de presupuestos tranquilo. El lunes empezó su exposición, de la mano del Ministerio de Hacienda. El martes continuará y habrá una primera votación. El miércoles se hará la votación definitiva. Más tarde el proyecto se remitirá al Senado. Así es como la Moncloa amarra el primer año de la legislatura cediendo a las exigencias de partidos como el PNV, con la cuota vasca, aunque pese a Rivera. Este aseguró al llegar al Congreso que, con Cs, "nunca más haría falta el voto de los nacionalistas" para la gobernabilidad. Pues eso.