Después de que ayer un militante de la CUP de Tarragona fuera multado por la Guardia Urbana con 500 euros sólo por repartir propaganda del referéndum, hoy el Ayuntamiento ha hecho marcha atrás y, después de revisar el expediente y hacer una consulta jurídica, ha decidido anular la multa de oficio.
Ayer, la Guardia Urbana de la ciudad lo multó por repartir papeletas del referéndum, donde se pregunta si "quiere que Catalunya se convierta en una República independiente". Un mensaje escrito en catalán y occitano, que aparecen en un cuerpo de letra más grande y destacado porque quieren que sean las lenguas "preeminentes"; y del otro lado el castellano, rumano y urdú porque, justifican, según el Idescat, son las otras lenguas que más se hablan en Catalunya.
El motivo inicial de la sanción, según recoge la multa, es haber repartido esta publicidad sin "autorización". Para repartir publicidad en la calle, previamente hay que haber pedido permiso a la autoridad local, en caso de no ser así, el repartidor puede ser multado.