En uno de los episodios de Sex and the City una de las protagonistas tropieza y cae, pero vuelve a levantarse para seguir con el espectáculo. La escena la acompaña la canción "Got to be real", que es el tema que ha escogido Miquel Iceta para subir al escenario y celebrar su ratificación como primer secretario del PSC. Un cargo que ha revalidado por unanimidad de todos los presentes.

Los 1.069 delegados que participan en el XIV congreso del partido han votado a favor de renovar el liderazgo de Iceta al frente de los socialistas catalanes. Cabe decir que su candidatura no tenía rival y, por lo tanto, la victoria no ha sido ninguna sorpresa. Con todo, el reelegido primer secretario ha hecho gala de su espíritu festivo con un nuevo baile para la posteridad.

Celebraciones aparte, durante su discurso ante el plenario del partido ha reivindicado la capacidad de resiliencia de los socialistas catalanes, una bandera que ya levantó durante la intervención inaugural del viernes. En la misma línea, se ha vuelto a fijar el objetivo de recuperar la Generalitat y relevar a Quim Torra como president. Lo ha hecho con unas palabras especialmente contundentes contra el actual president, pero también contra sus predecesores, Puigdemont y Mas, a quienes ha reprochado que hayan dejado Catalunya en "una vía muerta". Para conseguirlo, volverá a confiar en Salvador Illa y Eva Granados como escuderos. Serán los puntales de la nueva ejecutiva. 

Iceta asumió las riendas del PSC en el año 2014, tras la dimisión de Pere Navarro. Heredó entonces un partido hundido electoralmente y en plenas turbulencias, motivadas por una división interna entorno al derecho a decidir. Lejos queda el congreso de hace tres años, cuando se las vio y se las deseó para superar a Núria Parlon, que se presentó como alternativa para encabezar el partido. 

Instantes antes de ser ratificado, Iceta ha recibido el apoyo de la vicepresidenta del Gobierno en funciones. Carmen Calvo se ha dirigido a los asistentes, pero también a todos aquellos que la escucharán a través de los medios de comunicación. Y lo ha hecho para dar un tirón de orejas a los barones socialistas críticos con las negociaciones abiertas con Esquerra Republicana para conseguir la abstención de los independentistas a la investidura de Pedro Sánchez.