El Ministerio de Interior lleva semanas ocultando a los cuerpos policiales un plan que contempla dar a la Ertzaintza y a los Mossos d'Esquadra el control de aeropuertos y puertos en el País Vasco y Catalunya. Según revela El Confidencial, el documento elaborado por el equipo del comisario José Antonio Rodríguez —director del Gabinete de Coordinación y Estudios y hombre de confianza del ministro Fernando Grande-Marlaska— supondría una alteración en el reparto de competencias en estas infraestructuras. Así pues, el plan incluye algunas de las exigencias de los partidos independentistas para quedarse con el control de puertos y aeropuertos de forma exclusiva, un hecho que supondría entregar a los gobiernos catalán y vasco el control de la seguridad en las fronteras aéreas y marítimas, una competencia que actualmente es exclusiva de la Policía Nacional.

Con el nuevo plan que plantea Interior, los Mossos y la Ertzaintza podrían parar a un viajero extranjero en cuanto saliera del avión y hacer un control de drogas. Se les cede la seguridad de la zona restringida ampliamente: prevención de la delincuencia, vigilancia, investigación de delitos, intervención en incidentes de orden público, actuación ante accidentes de tráfico, etc. El nuevo plan da respuesta a las exigencias de los socios de gobierno de Pedro Sánchez, que habían puesto el foco en esta cuestión. Según apunta el digital, existe malestar tanto en la policía española como en la Guardia Civil por la redacción del nuevo documento sin consensuarlo con los cuerpos. Sin embargo, el ministerio ha afirmado que no hay nada concretado.

Exigencias de los Mossos

A mediados del mes de marzo, se celebró un curso sobre seguridad aeroportuaria en el complejo policial de Canillas —sede de los servicios centrales de la Policía Nacional— donde asistieron, entre otros, los mandos de los puestos fronterizos de la Policía Nacional y responsables de AENA. En una de las charlas, un comisario de la Secretaría de Estado de Seguridad confirmó que se trabaja desde hace un tiempo en este plan. Según relata el digital, los Mossos d'Esquadra elevaron el tono de sus quejas con la Copa América en el horizonte, que se celebrará de agosto a octubre de este año en el mar y las playas de Barcelona. Los Mossos han pedido ocuparse de la seguridad de la competición deportiva en la zona restringida del puerto, que de momento, y desde hace años, es competencia de la Guardia Civil. El propio comisario confirmó que el nuevo plan supone romper con el criterio histórico de funciones de cuerpos policiales.

Liderando el cambio en el reparto de competencias en la policía está el comisario de confianza de Marlaska, José Antonio Rodríguez, que lo ha acompañado durante los seis años de mandato en el Gabinete de Coordinación y Estudios, una pieza clave en Interior y donde se toman decisiones estratégicas.

Cambio en el calendario por las elecciones

El documento ya está redactado y se tendría que haber anunciado el pasado mes de marzo durante la celebración de las Juntas de Seguridad, previstas para el pasado 22 de marzo con Euskadi y el 25 de marzo en Catalunya. Sin embargo, el calendario electoral de ambos territorios ha alterado los planes del ministerio. El 22 de febrero, el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, anunció la convocatoria de elecciones para el 21 de abril. Solo unas semanas después, Pere Aragonès adelantó repentinamente las elecciones de Catalunya para el 12 de mayo. Unas decisiones que obligaron a Interior a anular las dos citas antes de su celebración.

Marlaska y su ministerio asumieron que un cambio de estas características en periodo electoral podría malinterpretarse, o se podría calificar de propaganda por parte de los dos gobiernos autonómicos en funciones. Según relata el digital, los cuerpos policiales se preguntan ahora si el Gobierno de Sánchez esperará un momento más idóneo, o si, en cambio, el documento quedará guardado en un cajón indefinidamente. Si, finalmente, el cambio se confirma, rompería con el esquema histórico, donde la Policía Nacional se encarga de la zona pública de puertos y aeropuertos, mientras que la Guardia Civil lo hace de la zona restringida, en el control de equipajes y pasajeros hasta la pista. Con todo, según el plan, ambos cuerpos seguirían manteniendo sus competencias exclusivas no territoriales; es decir, la Policía puede ejercer funciones de extranjería y fronteras en zona restringida, por ejemplo.