No es poca la gente que hace tiempo que ha perdido el rastro de Marina Geli (Sant Gregori, 1958). Consellera de Salud durante dos legislaturas con el PSC, su nombre hace cerca de una década que no suena regularmente en la televisión. De hecho, la última noticia que muchos tienen de ella es su salida del PSC en 2014. Miembro de la familia catalanista de los socialistas, el procés independentista supuso para ella, como para tantos otros, un punto de inflexión que la obligó a abandonar un partido que no blindaba el derecho a la autodeterminación. Pero Geli no es huérfana: hace años que milita en Junts desde la segunda fila. Independentista convencida, apuesta por la unidad de los partidos y las entidades como requisito indispensable para avanzar hacia una república que proteja los derechos sociales. Por eso le sabe mal la ruptura del ejecutivo hace ahora unas semanas. Durante la entrevista con ElNacional.cat, Geli no se está de criticar la actual situación política. Eso sí, tiene claro que ella, a diferencia de quien fue durante muchos años compañero de viaje, Quim Nadal, no tiene ningún interés en dar el salto para arreglarla desde dentro. Ahora mismo solo tiene en mente su trabajo profesional, vinculado inevitablemente al mundo de la salud: desde 2016 comanda la Facultad de Medicina de la UVic. "Escríbelo bien eso del compromiso con la universidad, que no me interesa la política de Parlament o de Govern", reitera durante la conversación.

¿Qué hace Marina Geli en Junts? ¿Se siente cómoda viniendo del PSC?

Yo tengo claro que soy socialista y socialdemócrata, y sigo siéndolo. Esto no tiene nada que ver con el partido dónde estás. He hecho un proceso claro e inequívoco hacia la mejor solución por Catalunya, que es la independencia. Siempre había apoyado un federalismo asimétrico dentro de España, pero, tras muchos intentos, hay un punto de regresión clara y abandono al PSC. Como una parte importante del país, pensamos que los derechos sociales y nacionales van indiscernibles y avanzamos firmemente y sin retorno para que Catalunya vote y decida su futuro. Soy claramente independentista, pero también de izquierdas, y Junts no es un partido de derechas.

¿No es de derechas?

Esta historia de que Junts somos la nueva Convergència es totalmente falso, tanto por los votantes como por los miembros. Hay la corriente liberal, la más de izquierdas y la socialdemócrata, de la cual yo formo parte. No creo que esto sea un inconveniente, y encuentro simplista seguir asociando Junts con la antigua Convergència porque muchos no venimos de ahí.

Encuentro simplista asociar a Junts con la antigua Convergència porque muchos no venimos de ahí

En 2017, usted concurrió a las elecciones en la lista de JxCat.

Sí, estuve en una posición simbólica. Al salir del PSC, unos cuantos creamos el partido MES (Moviment d'Esquerres), que aún existe, y ayudamos mucho a hacer JxSí. Un reto tan difícil como era hacer un referéndum necesitaba unidad. Desde MES, luchamos muchísimo para hacer JxSí, que es el mayor error de ERC.

¿A qué se refiere?

Al hecho de no mantener vivo JxSí. Quizás no es tanto un error de partido como de país, porque cada uno hace sus estrategias, pero marcó un punto de inflexión que ha acondicionado posteriormente muchas cosas. También fue un error no replicar JxSí en las elecciones del Congreso y el Senado, para tener un número muy alto de diputados y senadores que hicieran presión en el ámbito legislativo y ejecutivo para conseguir legitimidad del referéndum. JxCat y ERC me ofrecieron ir a sus listas para el Senado; la única condición por la cual hubiera ido es si se ponían de acuerdo para ir juntos, porque entendía que era una parte de la estrategia política más importante. Estoy convencida de que habríamos sacado 25 diputados. Y después del fracaso de JxSí también estuve en la Crida, del cual nunca hablamos porque fue otro fracaso de la unidad. Ahora milito en Junts porque, como mínimo, ha intentado ser una agrupación de gente diversa con un objetivo común, que es que Catalunya pueda ser un estado independiente. El independentismo es intergeneracional, interideológico, y por eso me siento confortable en Junts, que es lo que más se parece a aquella idea inicial de la transversalidad a pesar de todas las dificultades internas y externas.

Es una firme defensora, pues, de la unidad del independentismo. ¿Cómo vivió el quinto aniversario del 1-O, con los silbidos a Carme Forcadell?

Estoy en contra de los silbidos que se hicieron, pero hay desánimo y desconfianza en la política, en los partidos políticos. Se han ido rompiendo cosas, y no solo entre los tres partidos independentistas; también hay discrepancia en la estrategia entre la ANC y Òmnium. Hay una falta clarísima no solo de unidad, sino que también de estrategia unitaria. Hay una estrategia claramente diferenciada entre ERC y Junts y entre las entidades soberanistas. Y ERC tiene toda la legitimidad para cambiar de estrategia, pero no representa la mayoría social ni por la amnistía ni por la autodeterminación. De hecho, por separado no la representa nadie porque el independentismo y el soberanismo es muy plural. Si queremos avanzar, tenemos que encontrar la estrategia unitaria.

El cambio de estrategia de ERC no representa a la mayoría social ni por la amnistía ni por la autodeterminación

¿La vía de ERC no funciona, pues?

Yo soy bastante confiada, y vengo de una cultura negociadora. Pero con aquellos que quieren hablar se tiene que negociar de manera diferente a cómo se está haciendo. Fue un error no aceptar a las personas que proponía Junts para la mesa de diálogo. ¿Por qué no llevábamos a parte del exilio, o a gente que había estado en la prisión? Ahora bien, quiero creer en la política. Tiene que haber una solución política, igual que con el tema de la sedición.

Ahora se habla de reformarla, y no de derogarla.

Si fuéramos juntos y tuviéramos claro que se tiene que derogar, quizás no la derogaríamos, pero conseguiríamos que las penas fueran mínimas. No puedes ir débil desde el inicio, es necesaria una posición de fuerza. Cuántos más estemos en el diálogo, mejor.

Usted defendió la continuidad de Junts en el ejecutivo antes de la consulta. ¿Sigue pensando que fue un error salir del Govern?

Hice campaña a favor de continuar. Para los partidos que tienen vocación mayoritaria siempre es mejor estar en las instituciones que no estar en ellas. Pero también me posicioné a favor de exigir a ERC que se definiera claramente en la cuestión nacional, y que se volviera a replantear el acuerdo de investidura. Ahora bien, seguramente me falta información para saber cómo es que ERC no piensa que es mucho mejor ir con Junts que no ir con ellos. ERC tiene que aceptar que ha habido un incumplimiento claro, y no he visto autocrítica por parte suya.

¿Ve irresponsabilidad de ERC en la ruptura del Govern?

Claramente, el acuerdo de investidura no se ha cumplido. Y eso debilita no a ERC, sino al objetivo nacional y social. Dicen querer ampliar la base, pero la estamos empequeñeciendo. Estamos desanimando a aquella mayoría clara del 1-O y debilitando al 52%. Si pretendes reunir votantes que no son independentistas, tienes que explicar que has cambiado de estrategia. ¿El conseller Quim Nadal es independentista? ¿El conseller Carles Campuzano es independentista? ¿La consellera Gemma Ubasart es independentista? Aragonès tendría que ir al Parlament a hacerse votar porque ha cambiado de estrategia.

ERC dice querer ampliar la base, pero estamos desanimando a aquella mayoría clara del 1-O y debilitando al 52%

Una cuestión de confianza.

Exacto. Y, si consigue una mayoría parlamentaria, es legítimo. Es legítimo que él y ERC quieran cambiar la estrategia, pero lo tiene que explicar al Parlament, que se someta a una cuestión de confianza. Y si el PSC le da apoyo, no estaré a favor, pero tendrá la mayoría para gobernar. Si uno cambia de compañeros de viaje, tiene que explicarlo a la ciudadanía.

Ahora se abre la puerta que entre los nuevos compañeros de viaje de Aragonès haya el PSC, aunque de momento el presidente dé largas.

Aragonès ya pacta con el PSOE en Madrid. Ahora pactarán los presupuestos del Estado, ¿no? Pues ¿qué diferencia hay con el PSC? ¿La diferencia de que aquí se ve más? ¿Por qué allí se atreven a votar presupuestos o negociar la sedición, y aquí no dice que para seguir gobernando necesita el apoyo del PSC y los comuns? Porque aquí tiene un precio político más alto.

¿Le duele ver en qué se ha convertido hoy el PSC?

Con el PSC pasaron muchas cosas para que lo acabara abandonando. Yo lo sitúo en 2012, aquel famoso día en que rompo la disciplina de voto porque veo que el PSC rompe la idea troncal del catalanismo político, que es el derecho a la autodeterminación, seas o no independentista. Para mí no hubo blancos o negros: la disciplina de voto la rompí con total convencimiento y tristeza porque era el PSC quien rompía con su trayectoria del catalanismo político. Eso es lo que me hace pensar que el PSC ya no es el PSC. Es el PSOE en Catalunya. El PSOE nunca vio bien la autodeterminación y decantó al PSC hacia una mayoría que rompe con una tradición catalanista, aunque el PSC había estado a favor hasta 2012. La historia de Catalunya habría cambiado radicalmente si el PSC se hubiera mantenido firme a favor del referéndum: seguramente se habría podido fijar una fecha democráticamente.

El PSC ya no es el PSC; es el PSOE en Catalunya

¿Por qué cree que el PSC ha abandonado el camino catalanista?

Los líderes actuales no se sienten capaces. Es una cosa que me ha dolido mucho porque yo vengo de 'un solo pueblo', y eso rompe con esta idea. Creo que detrás de ello hay todo un tema sociológico y antropológico, pero más allá de los liderazgos del PSOE y del PSC no lo sabría decir.

¿Es una tendencia reversible?

No lo sé, no lo veo en este momento. El PSC como yo lo había entendido no sé si existe ya.

¿El PSC se ha esforzado por acaparar el espacio de Cs?

Totalmente. Aquí hay otro elemento que es que el crecimiento de Cs provocaba en una parte del PSC mucha inquietud y lo incomodaba electoralmente. En la historia de Catalunya, el PSC ha hecho que una parte de la gente procedente del resto de España, de lengua materna castellana, no hicieran lerrouxismo, con toda una pluralidad de procedencias. Era el PSC de Manuela de Madre y del Pasqual Maragall, en el cual me sentía cómoda. Ahora el PSC está recuperando los votos de Cs.

¿Qué piensa personalmente de Quim Nadal?

Es una persona a quien respeto mucho. De hecho, yo entro en la política parlamentaria por Quim Nadal. En 1995 él era un gran alcalde y yo era médico. En las elecciones de aquel año [con Nadal como candidato socialista] estuve en la lista para darle apoyo y pensaba que no saldría, pero salí escogida. Hemos hecho un largo camino juntos, tanto en el partido como en el Parlament y el Govern. Pero hay una diferencia importante: mi ruptura con el PSC es más clara que la suya. Después de abandonar al PSC, se posiciona claramente por el derecho a decidir, pero no da el paso a JxSí. Ahora había dicho que no volvería a la política, y lo ha hecho. En los temas sectoriales, el conseller Nadal tiene mucha capacidad de trabajo y es una persona indiscutiblemente solvente. Pero en el tema nacional, ¿cuál es el posicionamiento del Govern en este momento?

Claro, Quim Nadal ya ha rechazado catalogarse como independentista. Carles Campuzano y Gemma Ubasart se han posicionado similarmente.

Es evidente que se trata de un Govern que no es 100% independentista. Pere Aragonès ha hecho una elección por un Gobierno en que no todos los consellers son independentistas. Pero más allá de eso, hay que saber: ¿piensan que es una prioridad la amnistía y la autodeterminación?

Pere Aragonès ha elegido un Govern que no es 100% independentista

¿Entiende esta decisión del presidente para reflejar al 80% de la sociedad catalana?

No, porque estamos generando abstencionistas entre el 52%. Solo fortaleciendo al 52% llegaremos a crecer, no debilitándolo. Eso de ir a por el 80% descafeinando el 52% no lo comparto. Es imposible. No comparto la decisión de Aragonès, y no tiene nada que ver con las personas. Pero tenemos que ser exigentes porque se ha pasado de tener un Govern con el 100% de sus consellers independentistas a un Govern que no lo es.

¿Usted se sentiría cómoda en el actual Govern de Aragonès?

Yo no quiero volver a la política y no iría a un Govern, ni independentista ni no independentista. Ahora, suponiendo que quisiera volver a la política, que no es el caso, no iría a un Govern como el que tiene ahora Aragonès, teniendo en cuenta que ha salido de unas urnas y de un Parlament de mayoría independentista. Se tendría que haber constituido un Govern que represente al 52% de los votantes. Tampoco me han pedido estar en él; ya saben mi respuesta, supongo. Ahora mismo estoy decantada a ayudar a rehacer la fortaleza extraordinaria que vivimos todos el 1-O porque sigo pensando que existe una mayoría social.

Dice que no volverá a la primera línea de la política. Quim Nadal también dijo lo mismo hace unos meses.

Nunca se sabe, y los 'no' categóricos en la vida... Pero ya hace ocho años que estoy fuera de la política, y tengo mi compromiso con la Universidad de Vic y la Facultad de Medicina. Continúo vinculada a la política como mucha gente, y milito en Junts, y en diferentes temas colaboro con el partido. También escribo lo que pienso y con libertad. Solo el compromiso de cada uno de nosotros permitirá volver en una mesa solvente que haga fuerza para la solución política del conflicto, la amnistía y el retorno del exilio. No podemos dejar que el tiempo lo esparza todo.