Manuel Marchena no presidirá el Tribunal Supremo ni el órgano de gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial. Marchena ha decidido continuar al frente del tribunal que juzgará en los miembros del Govern por el caso 1-O.

En un comunicado, él mismo ha explicado que debido a las "informaciones publicadas los últimos días" se ve obligado a hacer una serie de puntualizaciones. "Nunca he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal", afirma Marchena al escrito.

Marchena subraya también que su trayectoria como magistrado ha sido siempre presidida "por la independencia como presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional", y añade que "el examen de las resoluciones que durante estos años he dictado como magistrado del Tribunal Supremo es la mejor muestra que nunca he actuado condicionante la aplicación del Derecho a la opción política del querellado o denunciado".

En este sentido, concluye el comunicado dejando clara su voluntad de no ser incluido en el grupo de candidatos para ocupar la posición de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.