El ex primer ministro francés Manuel Valls, recientemente divorciado, ha asegurado este jueves que la justicia alemana no tiene otra "solución" que entregar a España al president de la Generalitat Carles Puigdemont para que sea juzgado por los tribunales españoles.

Aunque ha dicho que no se iba a "meter en el tema de la rebelión", ha indicado que se debe tratar este "problema de Puigdemont" desde el "respeto al estado de derecho español y a lo que hoy pide la justicia española".

"El proyecto independentista es un callejón sin salida. No hay posibilidad de romper la unidad de España. Y Europa tiene que respetar a España", ha declarado Valls durante una conferencia-coloquio, un acto que ha presentado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y al que ha asistido también el presidente de Cs, Albert Rivera.

Valls, que ha calificado a España de "una gran democracia" y con una Constitución de las "más avanzadas" del mundo, ha dicho que no iba a entrar en si ha habido o no delito de rebelión, pero ha resaltado que la propaganda, intentar romper la unidad del país, organizarlo con el dinero de los ciudadanos, "eso es secesión".

Tras señalar que si se empieza a romper España se va a "romper" también Europa y volver a la situación anterior a las guerras mundiales, ha asegurado que los "jueces alemanes tienen que recordar también lo que fue Europa". "Y no se juega con eso", ha advertido. Dicho esto, el exprimer ministro francés ha dicho que espera que haya una "solución política" a la situación en Catalunya porque "no hay solución separatista posible".

Según ha considerado, aunque de momento no hay una "llave política", tendrá que haber esa llave y no pasa por el "separatismo o el independentismo". "Hay mucha gente para construir la solución política", ha manifestado, para añadir que "lo positivo de estos últimos meses en Catalunya es el fracaso del proyecto separatista".

También ha asegurado que Sànchez, Cuixart, Forcadell y todos los consellers y políticos encarcelados "no son presos políticos". "En una democracia hay políticos presos, pero no hay presos políticos". "Ir en contra del estado de derecho tiene consecuencias jurídicas y no puede haber exiliados políticos".